La que ya se ve como una campaña marcada por las sorpresas rumbo a la Presidencia de Estados Unidos, empieza a ver acción el lunes, cuando los ciudadanos y campesinos de Iowa acudan a las urnas para dar inicio a las elecciones primarias. La potencia mundial se concentrará en los cuatro meses siguientes sobre 15 precandidatos que luchan por dos puestos (uno republicano, uno demócrata), y que tras su nominación, en julio aspiran a obtener el máximo cargo en los comicios presidenciales de noviembre.
Aunque expertos coinciden en que las elecciones primarias de Iowa no son decisivas, sí admiten que podría empezar a marcar la dirección que tendrá la carrera electoral, siempre que las votaciones que siguen en otros estados mantengan resultados similares.
Por tanto, en esa tierra localizada casi en el centro del país se pondrán de manifiesto —así sea temprano— las ideas, disputas, inconformidades y debates que marcarán este año de decisiones en E.U.
En cualquier caso, ¿por qué es importante para dicho país y para el mundo estar pendientes de lo que ocurra en Iowa y lo que siga ocurriendo en otros estados?, ¿y de qué depende el éxito o fracaso de los nombres que están en disputa en estas primarias? EL COLOMBIANO indagó sobre estos y otros interrogantes.
Economía, asunto clave
El tema más evidente y primordial para Iowa en este momento es la economía, y eso se puede observar en cómo los republicanos están compitiendo allí.
Tal vez sin pensar en las posibles consecuencias que dejaría su acción dos años después, en 2014 el senador Ted Cruz votó contra los subsidios indirectos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) —como una supuesta estrategia contra las políticas del presidente Barack Obama—, que iban a ser fundamentales para dicho estado. ¿Por qué?
Esa regulación, que obligaba a incluir niveles mínimos de bioetanol en la gasolina convencional, se consideraba algo vital para la economía de Iowa, fuertemente basada en la producción de maíz.
Fue ahora Donald Trump, quien lidera las encuestas republicanas, el que aprovechó para poner a dicho sector de su lado, al proponer que se retornará a los estándares marcados por la EPA en 2007, algo que volvería a beneficiar a dichos agricultores, según dice AP.
Del lado demócrata, y tal como lo recalcan Efe y medios locales, la situación es muy similar y la economía toma un lugar preponderante. Pese a las bajas cifras de desempleo en el estado, los ingresos promedio de las familias distan todavía del estándar para el país y, tras años de una fuerte recesión, los votantes podrían dar luz verde a quien represente el cambio.
De esta forma, si bien la tradicional Hillary Clinton sigue al frente en las encuestas, su margen de ventaja se reduce, a pocos días de que la gente en Iowa acuda a las urnas.
El culpable es el sorpresivo Bernie Sanders, el más izquierdista de los que están en campaña, quien se proclamó desde el inicio como un “socialista demócrata”. Con 74 años, el político oriundo de Brooklyn está movilizando un sector cada vez más importante de la población, y en Iowa podría dar un batacazo.
¿Barómetro de lo que sigue?
Consultado por EL COLOMBIANO, Emilio Viano, docente de política internacional de la American University (Washington, D.C.), consideró que desde las primarias de este estado se podrían fundar los cimientos de un posible triunfo tanto para demócratas como para republicanos.
“Ganar en Iowa no es una garantía de ganar las elecciones, pero claramente ayuda. Si el candidato que triunfa allí repite en New Hampshire, eso indicaría ya una tendencia y podría empezar a influir en los siguientes estados. Eso tiene un impacto psicológico inicial. Si un empresario que patrocina una campaña ve que a su candidato no le fue bien de entrada, podría creer que va a perder su dinero y dejaría de financiarlo”, explicó.
Patricio Navia, politólogo y docente de la Universidad de Nueva York (NYU), coincidió: “Iowa no es representativo para todo Estados Unidos, pero lo que ocurra allí tiene efectos sobre el resto del país. Lo que pasará es que en dicho estado se empezarán a descartar algunos contendientes, y así ocurrirá sucesivamente en los otros”.
Tradicionales vs. sorpresas
Para Viano, todo puede pasar en una carrera que se caracterizó de inicio por sus vaivenes: “Trump lidera entre los republicanos, parece que será el ganador, pero esto no se puede decir con certeza. Las elecciones apenas inician y podrían cambiar. No se puede descartar cualquier escenario entre políticos tradicionales y ‘sorpresas’.
Al comienzo de la campaña todos decían ‘Trump quiere llamar la atención, tiene dinero, pero no tiene opciones’. Así también decían con Sanders: ‘se dice socialista, ¡olvídalo! Cualquier persona que se proclame así no tiene cómo ganar apoyo en E.U’. Hoy todo se ve muy distinto y eso es positivo en términos democráticos”, resaltó.
En cualquier caso, para ambos politólogos no pierde peso el poder que otorga la línea tradicional a los candidatos de los dos partidos. Para Ted Cruz, en Iowa y otros estados, este se verá plasmado en el apoyo de los evangélicos, que podría ser fundamental en el campo. Para Hillary Clinton, en una maquinaria que evitaría la debacle ante los nuevos izquierdistas de las grandes urbes, que se decantan por Sanders.
12
precandidatos republicanos luchan en 2016 por lograr la nominación de su partido.
52
delegados demócratas y 30 republicanos (para votación de julio) saldrán elegidos.