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Jornada más económica que política

Inicio de la Cumbre de las Américas no avanzó en temas políticos de fondo. Expertos no esperan más.

  • Los mandatarios abordaron en un panel del foro empresarial de la Cumbre el tema común de preocupación en América: la pobreza y desigualdad social. FOTO reuters
    Los mandatarios abordaron en un panel del foro empresarial de la Cumbre el tema común de preocupación en América: la pobreza y desigualdad social. FOTO reuters
  • Obama recorrió el Canal al mediodía, calificándolo como “un testamento a la inventiva y la visión”.
    Obama recorrió el Canal al mediodía, calificándolo como “un testamento a la inventiva y la visión”.
  • Maduro dedicó su tiempo a una agenda paralela a la reunión, visitando el barrio de El Chorrillo.
    Maduro dedicó su tiempo a una agenda paralela a la reunión, visitando el barrio de El Chorrillo.
  • El empresario que se destacó en el Foro fue el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg. FOTOs afp y reuters
    El empresario que se destacó en el Foro fue el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg. FOTOs afp y reuters
11 de abril de 2015
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Aunque las declaraciones polémicas marcaron el día de ayer en Ciudad de Panamá, la mayoría de expertos coincide en que no saldrá abordado en el documento final ningún tema espinoso de la séptima edición de la Cumbre de las Américas, y esta pasará más por asuntos de integración, equidad y desarrollo. En la lupa del hemisferio, eso sí, se encuentran las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, y las conversaciones que tendrán ambas partes durante el evento.

Desde el encuentro de ministros de Exteriores, el jueves, quedo latente la idea de que todas las naciones —y en especial las que podrían resultar más criticadas, como Venezuela o E.U—, eludirán la redacción de un documento que de algún modo se refiera a las problemáticas que más dividen los poderes hemisféricos.

Temas como la crisis política, social y económica venezolana, el litigio entre Bolivia y Chile y las sanciones estadounidenses sobre el chavismo, no quedarían contemplados, por tanto, no estarán en el documento final que deje la cumbre de 35 naciones americanas.

En cambio, asuntos que generan menos polémica, más integración y consenso, como el apoyo al restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y E.U, un espaldarazo al proceso de paz colombiano, la lucha contra la desigualdad, la defensa del medio ambiente, entre otras metas, sí tendrían lugar en el texto.

Viernes turbulento

Pero las declaraciones de los mandatarios han ido hasta el momento en otra dirección, y la polémica no ha sido eludida cuando se trata de discursos e intervenciones. Todo comenzando en la tarde por parte de líderes de varias naciones de la izquierda latinoamericana.

“E.U. tiene que indemnizar a Panamá”, fue lo primero que dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras visitar el barrio capitalino de El Chorrillo, uno de los lugares que más sufrió muertes y daños durante la invasión estadounidense del istmo (1989).

“He venido a este barrio porque para nosotros, la juventud latinoamericana, fue muy doloroso ver que se masacraba la población bolivariana de Panamá. Son imágenes que más nunca deben verse”, agregó en un acto público.

El presidente boliviano, Evo Morales, no se quedó atrás al señalar verbalmente a Estados Unidos. “Ahora que no pueden dominarnos con dictaduras militares nos ahogan económicamente. Quieren dominarnos con decretos como lo hace el presidente Obama”, aseguró durante su discurso en la Cumbre de los Pueblos, evento paralelo a la oficial y que es organizado por políticos de izquierda.

Obama mostró otro talante, mucho más ponderado y equilibrado tras su llegada a Ciudad de Panamá. Respecto a lo que más se espera de la reunión, su encuentro con el presidente cubano, Raúl Castro, anunció que este se producirá hoy sábado, no ayer como se había vaticinado.

Pero desde fuera de Panamá sí hubo respuesta en tono similar a las palabras de Maduro y Morales. Pendiente de los acontecimientos diplomáticos en el istmo, el expresidente peruano Alejandro Toledo aseguró que le parecería indignante que no haya un pronunciamiento oficial desde la Cumbre de las Américas sobre la compleja situación que vive hoy Venezuela.

“No podemos ser apáticos porque la historia va a juzgar a los que no expresen su opinión y los va a juzgar como cómplices de una dictadura solapada que secuestra todas las instituciones. Nosotros lo hemos vivido en Perú”, dijo desde la ciudad estadounidense de Denver, según informó su bancada parlamentaria en comunicado.

Algo positivo

Más allá de un esperado ataque verbal contra las políticas de la potencia norteamericana, hubo otras naciones que aprovecharon para establecer acuerdos y lograr moderados avances en política exterior y comercio. El más importante de ellos fue Panamá.

El presidente de ese país, Juan Carlos Varela, se reunió con su similar estadounidense, Barack Obama, y abordaron asuntos de cooperación en seguridad y en la lucha contra el narcotráfico en Centroamérica, diálogo que el demócrata prevé extender a otros líderes de la región.

Tras esto, ambos mandatarios acudieron a la firma de un multimillonario negocio pactado entre Copa Airlines y la fabricante Boeing, para la entrega de 61 aviones 737 de última generación, que representarán una inversión de 6.600 millones de dólares para la aerolínea panameña.

En horas de la tarde, los dignatarios estadounidense y panameño asistieron a un panel del Foro Empresarial de la Cumbre, en donde se les unieron sus similares de Brasil, Dilma Rousseff; y México, Enrique Peña Nieto, además del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

Allí, frente a líderes del sector privado, abordaron un tema recurrente en Latinoamérica, como es el combate a la desigualdad y las estrategias para un desarrollo que incluya a los pobres.

Para Obama, se debe acabar el sistema derrochador que ha caracterizado a las clases altas latinoamericanas, hecho que redundaría en beneficio de las sociedades, tal como en algunas naciones desarrolladas. “Hay un límite a lo que uno puede comer, a los carros que uno puede tener”, dijo.

También aprovechó para referirse a las críticas y señalamientos: “Los días en que nuestra agenda en este hemisferio a menudo suponía que E.U. podía interferir con impunidad están en el pasado”.

Cuba por su parte, mantiene un estilo similar al de Obama antes de la reunión esperada, y asegura, en voz de su canciller, Bruno Rodríguez que el proceso diplomático entre ambas naciones se está llevando a cabo en un “ambiente constructivo y respetuoso”.

Por último, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, firmó con su similar de Guatemala, Otto Pérez Molina, un convenio de unión aduanera que permitirá la libre circulación de productos y personas por sus fronteras.

El pacto lo firmaron durante el Foro Empresarial, donde el mandatario hondureño siguió activo e instó a las empresas del continente a considerar más posibilidades de inversión en su país, dada la construcción de dos megapuertos (Puerto Castilla y Amapala), que podrán albergar barcos post-Panamax.

¿Tendrá relevancia?

El viernes cerró sin que, más allá de estos avances, fundamentalmente económicos y comerciales antes mencionados, la Cumbre de las Américas no juegue por el momento un rol crucial ante ninguna coyuntura política que marque la actualidad de las 35 naciones. ¿Será la reunión hemisférica un eslabón clave para resolver contextos como el cubano-estadounidense o el venezolano?

Expertos consultados por EL COLOMBIANO no dudaron en expresar su escepticismo ante la importancia que pueda dejar esta cumbre. Es la opinión, por ejemplo, de Germán Sahid, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. “Esta edición de la Cumbre de las Américas, tal como las anteriores, solo será un cúmulo de buenas intenciones que no conducirán finalmente al mejoramiento de la integración latinoamericana o de la solución de ningún asunto. Se tratan temas muy elementales”, explicó.

“El punto que sí tendrá relevancia será la reunión entre Obama y Castro del día de hoy. Pero ni siquiera en esto veremos un avance significativo. Cuba no aceptará el restablecimiento de relaciones diplomáticas si no se levanta el embargo estadounidense. Y esta decisión no recae en el Ejecutivo de E.U, sino en un Congreso que en este momento es de mayoría republicana y opuesta a esto”, agregó.

Desde Washington, Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política, coincidió: “No creo que vaya a salir algo relevante de la reunión. Lo seguro es que no habrá acuerdos, así no pasó durante mucho tiempo. Pero habrá que prestar atención a cómo Obama intenta dejar un legado distinto, así sea simbólico”.

53
años llevaba Cuba apartada obligadamente de las cumbres afines a la OEA, aún volviendo a ella en 2009.
25
años lleva institucionalizada la Cumbre de las Américas, por iniciativa de Bill Clinton, entonces presidente de E.U.

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