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La corrupción acorrala a funcionarios brasileños
13 de abril de 2017
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Las investigaciones autorizadas por supuesta corrupción contra ocho ministros y decenas de legisladores de 14 partidos abrieron otra fase de la aguda crisis política brasileña y dejaron contra la pared al gobierno de Michel Temer.
El “apocalipsis político” que muchos esperaban con la cooperación judicial pactada por 77 exdirectivos del grupo Odebrecht comenzó la noche de este martes, con la decisión del Supremo, apoyada en esos testimonios, de investigar a un centenar de políticos, una cifra que aún es parcial y pudiera aumentar en las próximas semanas.
Además de ocho ministros y decenas de parlamentarios, en la lista de sospechosos están 12 de los 27 gobernadores del país y los cinco expresidentes brasileños vivos: José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).
Temer se mostró relajado e intentó transmitir tranquilidad:“En las eventuales divergencias o interpretaciones equivocadas, quien dará la palabra final será la Justicia”, pero lo que “no podemos hacer jamás es paralizar al gobierno”, dijo Temer.
“El gobierno ejecuta, el Congreso legisla y el Poder Judicial juzga”, pero “nada puede paralizar” al Ejecutivo, subrayó en ambas ocasiones.
Los testimonios de Odebrecht salpican a los presidentes de la Cámara baja, Rodrigo Maia, y del Senado, Eunicio Oliveira.
El Ministerio Público confirmó que las investigaciones podrían tardar más de un año.
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