Por lo menos 50 personas murieron este jueves y 110 resultaron heridas al estallar un camión bomba en un mercado popular situado en la zona de mayoría chií de Yamila, en el este de Bagdad. Una fuente de la Policía iraquí explicó que la mayoría de las víctimas son campesinos, que habían acudido al mercado a vender su mercancía de fruta y verdura. El Estado Islámico (EI) asumió la autoría del atentado, que según los yihadistas iba dirigido contra un grupo de milicianos chiíes.
El atentado fue condenado por la Liga Árabe, que lo definió como un “intento de socavar los esfuerzos del Gobierno iraquí en su guerra contra el grupo Estado Islámico (EI)”.
En un comunicado, el secretario general de la organización panárabe, Nabil al Arabi, calificó de “acción criminal” el atentado y acusó al EI de cometer “crímenes y violaciones” contra el pueblo iraquí.
Hizo hincapié en la necesidad de dar el apoyo necesario al Gobierno iraquí para ayudarle a eliminar “este fenómeno peligroso y erradicarlo de raíz”.
Al Arabi expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y el apoyo de la Liga Árabe al Gobierno de Irak y a sus acciones para restablecer la seguridad y la estabilidad en el país.
Irak afronta desde junio de 2014 una cruenta guerra contra el EI, que conquistó amplias zonas de su territorio y proclamó un califato en este país y en la vecina Siria.
