La creciente del río Táchira, que divide a Colombia y Venezuela, complicó el paso de los migrantes venezolanos que a diario se arriesgan a cruzar por este afluente, reducido en su caudal, para llegar a Colombia escapando de la crisis migratoria.
Tras ver que no podían hacerlo por allí, desesperados, se pasaron para el puente internacional Simón Bolívar, con el objetivo de desafiar a la Guardia Nacional de Venezuela para poder llegar a Colombia y abastecerse de alimentos o medicamentos, como es tradicional.
Su objetivo se cumplió, pues dada la masiva presencia de venezolanos, la Guardia perdió su capacidad y no pudo resistir ante la marea humana que unió sus esfuerzas para cruzar.
Incluso, de acuerdo con los testigos, se vio cómo saltaron los contenedores instalados por el régimen para que no pasara la ayuda humanitaria el 22 de febrero y, posteriormente, rompieron las vallas instaladas por el régimen.
Aún siguen pasando migrantes venezolanos hacia Colombia, pues la Guardia sigue sin capacidad de respuesta ante la masiva asistencia de migrantes, quienes buscan algo de ayuda en Colombia.
Hay que recordar que el paso por las llamadas trochas, que son dominadas por grupos ilegales, tiene un costo, el cual varía entre los $20 mil y $50 mil, según los reportes y denuncias entregadas por los propios migrantes quienes, con el único deseo de salir de su país, les pagan este peaje ilegal a los delincuentes que se ubican allí.
Maduro es responsable: Migración
A la 1:30 de este martes, el director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, a través de un comunicado, responsabilizó a Maduro y a los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, “frente a lo que pueda llegar a suceder con las personas que diariamente transitan entre Colombia y Venezuela, debido a los bloqueos en los puentes internacionales, “la restricción en la movilidad en los pasos fronterizos autorizados y al incentivo de las trochas como lugar de paso”.
Asimismo, señaló que “como lo habíamos dicho hace ya casi un mes, la decisión del usurpador Maduro de bloquear los puentes con contenedores y restringir el paso de personas por los mismos, lo único que hace es incentivar la irregularidad”.
Iindicó, además, que “no hay forma de detener a un pueblo que tiene hambre, que está muriendo por falta de medicinas, a un pueblo que agoniza porque el Estado no le proporciona los servicios públicos básicos”.
