El primer ministro israelí y candidato a la reelección, Benajmín Netanyahu, se dirigió a sus votantes tras conocerse los primeros resultados de las elecciones generales del martes y se mostró confiado de poder formar gobierno.
Pasadas las 02.00 de la mañana, hora local, el actual jefe del Ejecutivo israelí tomó la palabra en la sede electoral de su partido, el Likud, en la ciudad de Tel Aviv, y se dirigió a los cerca de 300 simpatizantes que se acercaron a ofrecer su apoyo a medida que pasaba la noche.
“Estoy muy entusiasmado por nuestra tremenda victoria”, comenzó, tras agradecer una y otra vez a los asistentes, a los miembros de su partido y a su esposa, Sara, a quien besó antes y después del discurso, y quien no se separó de él durante el mismo.
“Siento una emoción muy grande por el apoyo de la gente de Israel, que confió en mí y esta vez más que nunca”, agregó Netanyahu, con un tono que indicaba agradecimiento por los buenos números que parece conseguir, según los últimos resultados del escrutinio.
El público, en su mayoría hombres y muchos de ellos religiosos, celebraba cada una de sus palabras, coreaba el nombre de su esposa y hasta se ondeó alguna bandera en apoyo al presidente estadounidense, Donald Trump, al que Netanyahu admira abiertamente y que también pudo verse en algunas imágenes proyectadas durante el acto.
“Es difícil comprender la magnitud de esta victoria, considerando que nos enfrentamos al sesgo negativo de los medios de comunicación”, exclamó, subiendo el tono y dando pie a un abucheo generalizado de su público, entre el que hubo quien insultó, en al menos dos ocasiones, a algunos de los periodistas presentes en el acto.