El presidente de México, Enrique Peña Nieto, salió ayer hacia Pekín para participar en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y realizar una visita de Estado a China, pese al recrudecimiento de las protestas por la desaparición de 43 estudiantes.
Fuentes de la Presidencia confirmaron ayer a Efe que el mandatario viajó tal como estaba planeado y se ausentará del país hasta el 15 de noviembre.
La gira, que incluye una escala en Australia para participar en la Cumbre del Grupo de los Veinte (G20), se produce en momentos de gran tensión en el país, donde en las últimas horas se han registrado hechos violentos en el marco de las protestas para exigir el regreso de los estudiantes desaparecidos.
Una veintena de manifestantes encapuchados derribaron ayer las vallas de seguridad de los alrededores del Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano, y prendieron fuego a la puerta principal del histórico edificio.
Los disturbios se registraron al final de una multitudinaria marcha para exigir el retorno con vida de los 43 desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala a manos de policías y criminales.
En Chilpancingo, la capital de Guerrero, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, compañeros de los desaparecidos, acompañados por miembros de otras escuelas, lanzaron piedras, cócteles molotov al Palacio de Gobierno e incendiaron varios vehículos.
Pese a esto, Peña Nieto decidió continuar su viaje a Pekín y Brisbane, Australia, donde asistirá a la Cumbre del G20.