En la noche de este jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que aceptó la invitación para reunirse cara a cara con el líder supremo norcoreano, Kim Jong-un, para discutir soluciones negociadas a las graves tensiones del Noreste Asiático.
Así lo informó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en rueda de prensa: “Trump aceptará la invitación para encontrarse con Kim Jong-Un. Este busca la desnuclearización de Corea del Norte. En tanto, todas las sanciones y la máxima presión continuarán”.
En Twitter, el mandatario estadounidense dio a entender que se trata de un logro de su mandato el hecho de ver en las últimas semanas a un Corea del Norte mucho más diplomático: “Kim Jong-un habló de desnuclearización con los representantes surcoreanos, no solo de una suspensión. También de ninguna prueba de misiles durante este tiempo. Gran progreso se ha hecho, pero las sanciones permanecerán hasta que un acuerdo sea alcanzado. ¡La reunión está en planeación!”.
Kim envió misiva con surcoreanos
Más temprano, Trump recibió la propuesta de Kim para dialogar en una reunión. El dictador hizo dicha propuesta en una misiva que le entregó a la delegación surcoreana que recientemente visitó Pyongyang para acercar las posibilidades de paz en la región.
La información inicial sobre la misiva fue entregada por un alto funcionario de la Casa Blanca a la cadena CNN, luego de que Trump advirtiera a medios estadounidenses que un anuncio importante se iba a dar sobre Corea en la tarde del jueves.
El funcionario, que prefirió mantener el anonimato, agregó que Corea del Norte ofreció a Washington suspender sus pruebas de misiles nucleares junto con su invitación a las negociaciones. No obstante, la fuente también afirmó que la administración Trump no prevé posponer los ejercicios militares planificados con Corea del Sur para las próximas semanas.
El anuncio coincidió con la llegada este jueves a Washington de una delegación enviada por el gobierno del presidente surcoreano, Moon Jae-in, que tenía previsto reunirse con representantes del gobierno estadounidense en la Casa Blanca.
Poco antes de partir rumbo a Estados Unidos, miembros de esta delegación desvelaron que portaban un “mensaje adicional” y secreto del líder norcoreano, Kim Jong-un, para su similar de Estados Unidos, Donald Trump.