Horas después de que la Organización Mundial de la Salud hubiera declarado que la nueva variante del covid llamada ómicron es de preocupación para las autoridades, varios gobiernos empezaron a suspender vuelos desde Sudáfrica, lugar donde se detectó.
La medida, a su vez, generó un colapso interno para los viajeros que se encontraban en esa nación y querían devolverse a lugares como la Unión Europea, Australia, Turquía, Malasia, Brasil y Guatemala, los cuales fueron de los primeros en blindarse.
La decisión de restringir el acceso tiene el propósito de prevenir contagios de una variante que ya fue calificada como riesgosa, que se prevé más contagiosa y que se expandió en las últimas horas hasta Bélgica, Italia, Hong Kong y Botsuana.
Por eso, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió este viernes a otros gobiernos a donar vacunas anticovid a países más pobres, para así estar mejor preparados ante los efectos que pueda generar ómicron.
Por ahora, la Casa Blanca anunció que por “un exceso de precaución” debido a las incógnitas de esta variante, desde mañana lunes habrá restricciones para viajeros que lleguen de Sudáfrica y otros siete países de ese continente.
Sin embargo, dejó abierta la posibilidad para que los estadounidenses que estén en esa zona regresen a su país con la condición de presentar una prueba covid negativa.