El conflicto que persigue a Yemen desde hace cinco años se agudizó este sábado con la toma del palacio presidencial en Adén por combatientes separatistas, después de varios días de enfrentamientos.
Se trata de una toma principalmente simbólica, pues el presidente Abd Rabo Mansur Hadi está en el exilio en Arabia Saudita, pero se inscribe dentro de los enfrentamientos que sacuden Adén.
“Tomamos el palacio Maashiq de manos de las fuerzas presidenciales sin combate”, afirmó a la AFP un vocero de la fuerza separatista llamada “Cordón de Seguridad”.
El gobierno yemení acusó a Emiratos Árabes Unidos de ser “responsable del golpe de Estado” de los separatistas.
Contexto
Combatientes separatistas y soldados gubernamentales, en teoría todos aliados desde 2015 en una coalición liderada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, libran combates desde el miércoles.
Esta heterogénea coalición arabo-sunita lucha en el norte contra los rebeldes chiitas hutíes, apoyados por Irán.
Los combates en Adén entre separatistas del llamado “Cordón de Seguridad”, que reciben apoyo de Emiratos, y las tropas del gobierno, dejaron al menos 18 muertos –combatientes y civiles–, según médicos y fuentes de seguridad.