“El columpio fue movido antes de que ocurriera la muerte del niño para acercarlo a unas banquitas del parque”. Esta fue la versión que entregó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, sobre los resultados de las investigaciones sobre el colapso de la estructura de un parque infantil en el barrio Belalcázar, noroccidente de Medellín, que le costó la vida a Juan Manuel Bernal Flórez, de 11 años.
El mandatario, en una rueda de prensa, señaló que esta tragedia se habría presentado por un acto de vandalismo y no por una negligencia de su administración, ya que el 10 de febrero se había hecho una intervención al lugar. “Es muy extraño que una estructura de esas falle en sus cuatro puntos y se caiga”, dijo Quintero.
Esta versión fue desmentida por el hermano mayor del Juan Manuel, Sebastián Flórez, quien afirmó en entrevista con EL COLOMBIANO: “Quisiera señalar algo referente a la publicación de Daniel Quintero. Está diciendo que el problema fue vandalismo, cuando el parque estaba abandonado”.
Y no es solo el hermano quien lo manifestó. El presidente de la Junta de Acción Comunal de Belalcázar, Steve Córdoba, indicó que el pasado 29 de agosto le había entregado una carta al alcalde Quintero, en su mano, para reportarle los problemas de infraestructura que tenía el barrio, pero que esta nunca tuvo respuesta ni soluciones.
Ante la consulta por si había revisado la carta en particular, el mandatario salió con respuestas evasivas y señaló que “voy a revisar toda esa situación en las investigaciones que se vienen haciendo por parte de la Alcaldía para esclarecer este lamentable hecho que, además, ocurrió al lado de mi barrio y conozco esa zona y el parque”.
Adicionalmente, en las revisiones del Google Maps sobre la ubicación del columpio que terminó matando a Juan Manuel, este se encontraba en el punto donde, afirmaron los vecinos, cayó la estructura.
Cuando EL COLOMBIANO visitó la zona este martes, luego de conocerse del fallecimiento del menor, se encontró con que la estructura colapsada fue retirada del sitio, al parque le echaron una mano de pintura y le ajustaron algunas tuercas a los juegos. Sin embargo, otros dos parques ubicados a menos de una cuadra de distancia seguían deteriorados.