Con el propósito de salvar a su hija de siete años, quien padece un cáncer que afecta su tallo cerebral, viajó este miércoles una familia antioqueña a Houston, Estados Unidos. La vida de Luisa Fernanda depende de un procedimiento de alta tecnología que es ofrecido en ese país, porque aquí en Colombia todos los esfuerzos fueron agotados.
Así lo cuenta Ana María Hernández, una amiga de la familia Correa Zea que asumió la vocería de una campaña de donación para pagar el primer envión de esta misión: costear una cita médica de 50.000 dólares en el Anderson Cancer Center, de Houston, requisito para que la menor pueda ser admitida después en el St. Jude Children’s Research Hospital, de Memphis.
“Ese es el hospital al que la queremos ingresar, pero no nos han admitido. Nos están pidiendo las patologías del cáncer. Y eso es lo que haremos hoy: hacerlas llegar para que estudien si aceptan o no a la niña”, dice Ana María. Y luego agrega: “Es que el cáncer no da espera. Está creciendo de forma alarmante. Hoy viajaron Luisa, los papás y un médico. Todavía seguimos recaudando fondos para la consulta”.
El vuelo de los Correa Zea estaba programado para las 7 de la mañana. A la hora en que se publica este artículo deben estar a mitad de camino. Y mientras concluye el recorrido, dice Ana María, esperan que más personas se vinculen a la causa mediante donaciones, tiquetes, soportes para la estadía en Estados Unidos e incluso oraciones. Hay una única cuenta, de Bancolombia, y hasta la noche de este martes habían recolectado 15.000 dólares.
“Necesitamos hacerlo viral para poder llegar a la meta. A Luisa le hicieron tres cirugías en Colombia, pero acá la tecnología no es suficiente. La niña tiene un tumor cerebral muy agresivo. Aunque se lo retiraron en una intervención, quedaron residuos y someterla aquí a un nuevo procedimiento podría dejarla en estado vegetativo”, detalla Ana María.
En la página de gofund hay una especie de vaca con una meta de 300.000 dólares en favor de Luisa. Dice: Help Luisa fight cancer. Allí la familia explica quién es la menor: “Es una niña que ama dibujar y bailar. Es inteligente, divertida y adora conversar. Hace poco empezó a tener vómitos y dolores de cabeza, además de presentar un problema en uno de sus ojos. Encontramos que se trataba de un tumor cerebral”.
Además, hay dos teléfonos para quienes quieran ayudar en el país: el 3186997686 y el 3045835350; y está el (561) 9095784 para quienes conozcan sobre la situación de Luisa en Estados Unidos. “Necesitamos darle una segunda oportunidad. Su sueño es llegar a Disney para conocer a su princesa, Ariel, después de sanarse. Es una guerrera. Dice que se va a curar, porque su mayor arma es la fe”, dice la amiga de la familia.
La esperanza de los Correa Zea está puesta en la solidaridad de quienes conozcan la situación de Luisa. Cuenta Ana María que los hospitales en los que buscan admisión son públicos y que, pese al esfuerzo que implica encontrar un cupo de este tipo en suelo gringo, la tarea aún es posible. De forma particular, el tratamiento de Luisa podría costar entre 800.000 y un millón de dólares.
“Luisa tiene un dolor desgarrador. Verla es desgarrador. Su única oportunidad de vida está en Estados Unidos. Ojalá la gente nos ayude en esta pelea”, dice la amiga de los Correa Zea. La lucha, además de mantener con vida a Luisa, tiene un sueño suyo a corto plazo: hacer la primera comunión cuando cumpla nueve años. Y otro más, ese sí a largo plazo: ser ingeniera. ¿Le damos una mano?