La futura expansión del túnel de Oriente y la puesta en operación del segundo tubo o ducto, para comunicar a Medellín con Rionegro, es uno de los proyectos claves que espera acometer Odinsa, la filial de concesiones viales del Grupo Argos, que la semana anterior anunció la creación de una plataforma de inversiones para proyectos viales en América Latina.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, explicó que la intención de la alianza suscrita con Macquarie Infrastructure Partners (MIP V) es estructurar una serie de nuevos proyectos, aprovechando que en Colombia el sector privado está facultado para proponerle al Gobierno el desarrollo de diferentes iniciativas de infraestructura.
En ese contexto, Odinsa tiene entre sus planes ejecutar las obras de ampliación de la concesión vial que conduce de la capital antioqueña al aeropuerto internacional José María Córdova y al Valle de San Nicolás.
“En agosto se rompió el récord de tráfico del mejor mes de la historia del túnel, que fue diciembre de 2019. El promedio de vehículos el mes pasado fue casi de 33.000, es decir que la recuperación de tráfico que observa el túnel de Oriente es vigorosa. Hay que recordar que el segundo túnel está excavado, no terminado, y hace falta todo el viaducto que conecte los túneles”, indicó el empresario.
Cuando Odinsa adquirió esta concesión vial, en octubre de 2019, sabía de esta ampliación y siempre ha estado interesado en desarrollar ese trabajo. “Necesitábamos entender mucho mejor cuál iba a ser el comportamiento del tráfico, apareció la pandemia y eso desdibujó los análisis, pues no había una historia suficiente entre la apertura del túnel y el cierre obligatorio por la pandemia (agosto de 2019 a marzo de 2020), pero lo que estamos viendo ahora nos permite empezar a concluir que el tráfico se mantendrá sostenido y creciente en el corto y mediano plazo y por eso se incorporó en la negociación con MIP V”.
A juicio de Ossa, contrario a lo que se pensaba hace algún tiempo de que la ampliación del túnel se demoraba 5 o 6 años en construirse, probablemente ahora el periodo es más corto. “Desde el punto de vista geológico hay avances, igual en lo constructivo, en la perforación de los túneles del Seminario y Santa Elena, y estamos iniciando temas técnicos para entender cómo se haría el viaducto para conectar la infraestructura existente”.
A comienzos del año que viene Odinsa estaría anunciando oficialmente cómo será la expansión de ese corredor vial y cuánto tiempo tomaría hacerlo.
“Por ahora, estamos muy tranquilos con el desempeño del túnel y el tráfico que observa. La accidentalidad es baja y estamos retomando la conversación de la ampliación del túnel gracias a su buen desempeño. Vale anotar que por el momento no hay una visibilidad técnica ni de tiempo, porque apenas vamos a empezar a hacer los estudios”, comentó Ossa.