Tras la presentación del nuevo proyecto de ley de reforma tributaria (llamado ahora así) para la promoción del crecimiento económico y no de financiamiento, como se planteó en 2018, empiezan a presentarse alternativas para cambiar lo ya propuesto y aprobado en el Congreso de la República.
Aspectos como el Impuesto a las Ventas (IVA), la sobretasa al sector financiero y las rentas exentas son algunas de las alternativas que se han mostrado para este nuevo escenario en debate.
“Dentro del paquete se mantiene el impuesto al patrimonio y las normas lo extienden con la base gravable de 2019, lo que podría ser objeto de mucha crítica”, dijo Myriam Gutiérrez, socia de Impuestos y Servicios Legales de Kpmg.
Explicó que el texto debe cambiar “porque implicaría que la norma es retroactiva”, dado que la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley de Financiamiento de 2018.
Desde su perspectiva se crea un “nuevo impuesto al patrimonio que debe regir (...) con vigencia de los hechos que están acaeciendo a partir de cuando se emite la norma, es decir, desde el primero de enero de 2020”.
Gutiérrez también ve en esta nueva discusión una oportunidad para poner sobre la mesa los bienes exentos de IVA que, bajo su perspectiva, encarecen (desde la producción) la generación de estos, valor que se traslada directamente al usuario final.
Para Richard Aguilar, senador de Cambio Radical, en la reforma pasada se perdió la posibilidad de dejar el IVA exento para los vehículos híbridos y eléctricos, sobre todo para ciudades de alta contaminación como Bucaramanga, Bogotá y Medellín.
Mientras que el senador de la Alianza Verde, Juan Luis Castro, propondrá la inclusión de impuestos saludables a bebidas azucaradas, comida chatarra, cigarrillos y vapeadores.