En el marco del acto protocolario del ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) en París (Francia) el presidente de la República, Juan Manuel Santos, afirmó que el país ayudará a enriquecer esta organización.
“Podemos decir que nos hemos beneficiado muchísimo de este proceso de adhesión y podemos decir que Colombia puede contribuir humildemente con su experiencia para enriquecer el trabajo de esta gran organización. Colombia se siente muy orgullosa de ser el 37 país miembro de la Ocde”, dijo el presidente.
Santos resaltó que la cooperación internacional es necesaria para enfrentar los desafíos que tiene el mundo contemporáneo y agregó que muchas de las reformas que se le pidieron a Colombia durante este proceso no fueron fáciles de adoptar internamente, pero que la voluntad política y el apoyo de la Ocde fueron claves para este proceso.
El mandatario aseguró que en el proceso de entrada se pudo fortalecer la independencia de los órganos de control, modernizar el gobierno corporativo de las empresas estatales, mejorar la política regulatoria, extender el alcance de la supervisión a los conglomerados financieros, fortalecer la capacidad del Ministerio de Trabajo para hacer cumplir las regulaciones laborales y luchar contra la informalidad.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló que lo complace acoger a Colombia como nuevo miembro de la Ocde. “Me complace acoger a Colombia. Este recibimiento es una muestra del gran trabajo que han desarrollado”, agregó.
Bajan perspectivas de crecimiento
La OCDE rebajó este miércoles las previsiones de crecimiento de la economía colombiana para 2018 y previó que este se situará en el 2,7 %, tres décimas menos que lo anunciado hace seis meses.
En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apuntó que el incremento del producto interior bruto (PIB) evolucionará hasta el 3,2 % en 2019.
Justamente hoy el presidente, Juan Manuel Santos, estará en París donde se reunirá con el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, para firmar el acuerdo de ingreso del país a esa organización, aprobado el pasado viernes.
La OCDE alabó un refuerzo de las infraestructuras fiscales y de gasto junto a una mejora del paro y los indicadores sociales, pero destacó que la informalidad y la desigualdad siguen siendo altas.
Según su análisis, el crecimiento superior al 3 % en 2019 se apoya en tipos de interés más bajos y reducciones en los impuestos de corporaciones, en paralelo un mayor precio del petróleo que, en conjunto, ayudan a impulsar la inversión.
Además, la posibilidad de encontrar mejores socios comerciales permitirá un aumento de las importaciones.
Aunque la OCDE ve adecuada la política monetaria dada la inflación actual, que se espera que se acerque al objetivo del 3 % este año, señala que podrían necesitarse nuevos ajustes si las perspectivas de inflación siguen cayendo.
La organización apunta a un posible incremento en el gasto público para mejorar la calidad de la educación y estimular la productividad, y aconseja implantar medidas para reducir la brecha de género ampliando la cobertura de guarderías, en favor de un crecimiento más inclusivo.
La OCDE reconoce que ha habido mejoras en los últimos años sobre la informalidad laboral, pero recuerda que prácticamente la mitad de los trabajadores en las principales ciudades del país trabajan en negro y llama al Gobierno a dedicar mayores esfuerzos para solucionar la cuestión.
En ese sentido, aconseja reducir las cargas fiscales en los salarios y simplificar los procesos de afiliación a la seguridad social por parte de las compañías.
En el camino a un crecimiento más robusto, sugiere a Colombia impulsar reformas estructurales que respalden el desarrollo regional y las infraestructuras de transporte y aplicar políticas que permitan a los trabajadores adquirir nuevas habilidades.
El organismo confía en que el fin del conflicto armado en el país incida en una mejora del turismo.
Advierte además de que el crecimiento económico podría empeorar por una normalización de la política monetaria estadounidense, que reduciría los flujos de capitales, y una escalada de la inmigración desde Venezuela, por el gasto inmediato que implica.
“Bien gestionados, también podrían estimular las perspectivas de crecimiento”, zanja en su informe.