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En impuestos, el país borra con el codo lo que hace con las manos

El Paying Taxes 2016 evidencia que Colombia ha avanzado en reducir número de impuestos a pagar, pero el monto sigue siendo regresivo para la inversión.

  • El mayor obstáculo para las empresas en Colombia en 2015 ha sido la tasa efectiva de impuestos. La tasa gravable es tan compleja que en el periodo superó la corrupción, que históricamente ha sido lo más conflictivo para los empresarios. FOTO Jaime Pérez
    El mayor obstáculo para las empresas en Colombia en 2015 ha sido la tasa efectiva de impuestos. La tasa gravable es tan compleja que en el periodo superó la corrupción, que históricamente ha sido lo más conflictivo para los empresarios. FOTO Jaime Pérez
En impuestos, el país borra con el codo lo que hace con las manos
09 de diciembre de 2015
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Infográfico
41,5%
es la tasa efectiva de tributación promedio de los países de la Ocde.
23,5
pagos de impuestos hacen en promedio las empresas en Latinoamérica al año.

Si usted decide crear empresa en Colombia, al final de 2016 habrá tenido que pagar 69,7 pesos en impuestos por cada 100 que se haya ganado. Además, haciendo 11 trámites que exige la ley para los tributos nacionales, locales y laborales se demorará 239 horas, es decir, 10 días haciendo vueltas.

Ahora bien, en Emiratos Árabes Unidos, el país con mayores facilidades para pagar impuestos, usted se demoraría 12 horas pagando en cuatro trámites apenas 15,9 por ciento sobre sus ganancias.

Estas diferencias las evidenció EL COLOMBIANO al revisar los datos desagregados del informe global Paying Taxes 2016, elaborado por la firma PricewaterhouseCoopers (PwC) y el Banco Mundial.

Allí se evidencia que la tasa efectiva de tributación, es decir, el total de los impuestos a pagar por una empresa en Colombia, es de un promedio de 69,7 por ciento sobre las utilidades operativas. En contraste, la tasa de impuestos promedio para América Latina, en 2016 será de 55 por ciento.

Y el panorama no es del todo alentador para el próximo año, Colombia se encuentra en el puesto 136 entre 189 economías en materia de facilidades tributarias.

Según el último reporte del Foro Económico Mundial, el mayor obstáculo para hacer negocios en Colombia durante 2015 fue la tasa efectiva de impuestos. El 18 por ciento de los consultados por el organismo internacional lo confirmó. Incluso, la carga de gravámenes estuvo por encima de la corrupción, que era el factor históricamente más conflictivo para los empresarios (ver nota anexa).

Ahora bien, el Paying Taxes aclaró el escenario. Colombia tiene la tercera tasa efectiva de impuestos sobre las ganancias más alta de América Latina, sólo detrás de Argentina y Bolivia.

En contraste, es el sexto país con menor número de impuestos, entendiéndose estos como trámites que hay que hacer. Incluso, es el segundo país de la región donde menos tiempo se tarda una empresa en pagar todos los tributos (ver gráfico).

“La estructura tributaria actual no responde a las necesidades que tiene Colombia en materia de desarrollo. El país está en mora de plantear una solución que responda a los principios de la Constitución de 1991, es decir, debe dar estabilidad a las finanzas públicas y eliminar las distorsiones sobre el aparato productivo”, aseguró a este diario Rosario Córdoba Garcés, presidenta del Consejo Privado de Competitividad (CPC).

A pesar de esto, los esfuerzos del país parecen aún insuficientes. En 2015 la tasa de tributación del país fue de 75,4 por ciento. Es decir, frente a la que se pagaría en 2016 habrá una reducción de apenas 5,7 por ciento.

Sin embargo, el compromiso del Gobierno es no crear nuevos tributos para los empresarios (ver Para saber más).

El tire y afloje del año

Después de la reforma tributaria de 2014, las preocupaciones del empresariado se enfocaron en el impuesto al patrimonio (llamado a la riqueza por el Gobierno) y la sobretasa del Cree (impuesto adicional sobre las utilidades).

Eso se reflejó en el estudio del Banco Mundial, pues el rubro de impuestos sobre las ganancias pasó de 19,9 por ciento a 22,5 por ciento. Por otra parte, los tributos laborales bajaron de 26,9 por ciento a 18,6 por ciento.

Ese balance agridulce no les sirvió a los empresarios, sobre todo pensando en 2016 que será “un año perdido para la inversión. Los empresarios le hemos pedido de manera insistente al Gobierno revisar y proponer la reforma estructural cuanto antes. Como no lo hizo en 2015, sólo hasta 2017 podríamos tener algún cambio”, indicó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.

Así las cosas, la reducción anual en los impuestos que reflejó el estudio internacional no sería más que un paño de agua tibia para una situación álgida y la realidad económica tanto de las empresas como del Gobierno.

“En 2016 el país tendrá un panorama fiscal muy apretado y necesita obtener recursos para mitigar el hueco que dejó la caída de los precios del petróleo. Pero, renglón seguido tiene que tomar decisiones en materia tributaria y presentar la tan anunciada reforma estructural. No será nada fácil”, indicó Gustavo Cote Peña, exdirector de la Dian.

¿Por dónde empezar?

Una de las visiones frente a este panorama podría ser, reducir la tasa de impuestos a las empresas para motivar la inversión en el país, pero ¿y de dónde saca la plata el Gobierno para financiarse?

Dentro de las proposiciones de la Comisión de Expertos Tributarios que debaten los puntos de la próxima reforma está el rebalanceo de los gravámenes. Es decir, que todos paguen más.

“Ese equilibrio de impuestos no será cómodo para nadie, pero sí necesario. El dinero que le llegaba al Gobierno en 2013 tenía el 25 por ciento de su origen en el recaudo y en 2016 será solo del 2 por ciento”, acotó Córdoba Garcés.

Por eso, desde ya se está hablando de la necesidad de aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de una tarifa general del 16 al 18 por ciento y aumentar la base de declaración de renta para personas naturales (ver Análisis).

Esta premisa se afianza en que el 68 por ciento del impuesto de renta que recauda el país es pagado por 3.441 empresas y sólo el 14 por ciento proviene de las personas naturales, según la Dian.

No obstante, estas propuestas podrían no ser tan efectivas, porque “se pierde de vista que la capacidad de tributación también está muy concentrada. Miren lo que pasó cuando hicieron declarar a 500 mil personas más, lo que se hizo fue congestionar el sistema y el recaudo no aumentó, incluso la gente tuvo saldos a favor”, agregó el exdirector de la Dian.

En el caso del IVA, el recaudo que genera es de 5 por ciento como porcentaje del Producto Interno Bruto, representativamente bajo frente a países como Chile, donde es del 18 por ciento, pero equivale al 8 por ciento del PIB.

No obstante, los expertos creen que mover hacia arriba este gravamen presionaría el alza de precios en el país, justo cuando la inflación observa una tendencia creciente.

En resumen, hacer que más personas naturales tributen y suba el nivel de recaudo, podría ser la manera de que Colombia tenga una más competitiva tasa efectiva de impuestos para las empresas.

En todo caso, falta fortalecer a la Dian para reducir esos 40 billones de pesos en que estima su director, Santiago Rojas, lo que evaden los colombianos en impuesto de renta e IVA al año. Sin duda, una suma nada despreciable cuando se espera que caiga la renta petrolera en 4,5 billones de pesos en 2016 y se resientan más las finanzas públicas.

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