El impacto de la pandemia de covid-19 no es neutral al género, ya que ha afectado de manera diferente a hombres y a mujeres. La crisis económica actual se ha diferenciado de las anteriores en que la mayoría de los empleos perdidos se han producido en sectores típicamente feminizados, como hotelería, restaurantes y servicios.
Según la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), esta precariedad laboral femenina se explica por los roles de género y las responsabilidades del cuidado asignadas, ya que, sin bien este último debe ser colectivo, las normas sociales de género atribuyen este rol a las mujeres, lo cual ha perjudicado su participación en el mercado laboral, ha provocado una brecha salarial y limitado su acceso al empleo de calidad.
Un costo mayor
“Antes del coronavirus las mujeres estaban logrando nuevos hitos económicos y sociales, pero en el transcurso de unos meses todo ese progreso se vio amenazado. Esta es ahora una ‘Shecession’ (recesión femenina)”, afirmó Cassandra Napoli, estratega de WGSN Insight, compañía mundial de pronósticos de tendencias.
Según el panorama actual en Colombia, en la pandemia las mujeres estarían enfrentando un costo económico desproporcionadamente mayor que los hombres.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en su informe “Mercado laboral según sexo”, arrojó que para el último trimestre de 2020 (octubre - diciembre) la tasa de desempleo para las mujeres en el país fue de 18,7 %, mientras que para los hombres fue de 10,2 %.
Asimismo, el informe destacó que durante todo el año 2020 la tasa de ocupación disminuyó 7,6 puntos porcentuales para las mujeres y 6,1 puntos porcentuales para los hombres frente a 2019, con una brecha de 23,5 puntos porcentuales. Por su parte, la tasa de desempleo para las mujeres fue de 20,4, aumentando en 6,8 puntos porcentuales, respecto al año anterior; esto representa una brecha de -7,7 puntos porcentuales frente a la tasa de desempleo de los hombres.
Carolina González Velosa, especialista de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), le dijo a EL COLOMBIANO que en todas las crisis anteriores, incluyendo la recesión financiera de hace 10 años, los hombres han perdido empleos en mayor proporción que las mujeres; en cambio, la crisis generada por la pandemia sobresale por el fuerte impacto en la economía femenina.
“A diferencia de otras crisis, donde los sectores más afectados han sido dominados por empleos masculinos —construcción y manufactura—, en esta recesión se han afectado sectores típicamente feminizados como hotelería y restaurantes. El cierre de escuelas también ha implicado una carga de cuidado infantil que ha recaído desproporcionadamente sobre las mujeres. Es un doble choque sobre el empleo femenino; por la demanda y por la oferta”, afirmó González.
Las desigualdades
Según el informe “Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia”, realizado por ONU Mujeres, el Dane y la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, pese a la importante contribución de las mujeres en los mercados laborales, y su aporte a la productividad de la economía, la mitad de ellas está fuera de la fuerza laboral y otras, cuando logran conseguir un empleo, suelen hacerlo en condiciones desfavorables: segregación ocupacional y por sectores, discriminación salarial y menor acceso a mecanismos de protección social.
En el año 2020, según cifras del Dane, las mujeres destinaron en promedio 26,4 horas a la semana a oficios en su hogar y actividades de cuidado no remuneradas, representando un aumento de 0,7 horas promedio semanales respecto al año 2019, mientras que los hombres ocupados destinaron solo 11,3 horas.
Ana María Díaz, profesora del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana, afirmó que la disminución en la tasa de participación laboral es uno de los factores más preocupantes: “De cada 100 mujeres en edad de trabajar, solo 48 están participando activamente en el mercado laboral, las 62 restantes están dedicadas a actividades no remuneradas”.
A escala nacional, en las posiciones ocupacionales de trabajo hay marcadas diferencias entre sexos: el empleo doméstico, según cifras del Dane, lo ocupa en su mayoría la población femenina (524 miles de mujeres), y en menor medida la población masculina (51 miles de hombres). También son ellas quienes se ocupan principalmente como trabajadoras familiares sin remuneración (459 miles de mujeres). Por el contrario, cuando la posición en la ocupación corresponde a la propiedad del negocio, empresa o establecimiento, 526 miles de hombres son patrones o empleadores, mientras que solo 175 miles de mujeres lo son.
Recuperación con igualdad
Según el Dane, la menor brecha en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres en 13 ciudades y áreas metropolitanas del país se presentó en Pereira con -2,0 puntos porcentuales, mientras que la brecha más alta se presentó en la ciudad de Cali con -8,8 puntos porcentuales. Medellín, por su parte, presentó una brecha de -5,5 puntos porcentuales.
Para Natalia Velásquez Osorio, secretaria de la Mujer de Antioquia, una de las estrategias actuales en el departamento es promover la participación de las mujeres en sectores en los que históricamente no habían participado.
“De todos los empleos que se generen en infraestructura, desde la Gobernación de Antioquia queremos asegurar que el 30 % sea para mujeres. También tenemos otra estrategia con la Secretaría de Medio Ambiente para que todo lo relacionado con reforestación, que tradicionalmente se cree que es un trabajo para hombres, las mujeres también estén ahí”, apuntó Velásquez.
Entre las recomendaciones dadas por ONU Mujeres, el Dane y la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, están una mejor distribución de los recursos que permita la implementación de medidas especiales que sirvan de catalizadores para alcanzar la igualdad en los resultados, la necesidad de que los presupuestos se formulen con perspectiva de género y la importancia de crear alianzas público-privadas-sociales que tengan como premisa el logro de la igualdad.
Asimismo, el noveno informe sobre la evolución y los efectos de la pandemia de covid-19, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que entre las estrategias para una recuperación del mercado laboral femenino, está la asignación de recursos suficientes dirigidos a las políticas clave para las mujeres en los presupuestos de gobierno, y la puesta en marcha urgente para que las medidas de reactivación incorporen la perspectiva de género y aborden diversas dimensiones de la política fiscal. Finalmente, la Cepal apuntó que sí es posible integrar una mirada de sostenibilidad e igualdad en el gasto, la inversión y los ingresos
10
años de retroceso provocaría la pandemia en reducción de brechas de género: Cepal
26,4
horas a la semana destinaron en 2020 las mujeres a labores de cuidado no remuneradas.
6,8
puntos porcentuales aumentó en el país la tasa de desempleo de las mujeres en 2020.