Para nadie es un secreto que los empresarios están cansados de que cada vez que hay una reforma tributaria se les pongan más impuestos a los mismos. La del año pasado fue la gota que rebosó la copa con casos en los que el pago de impuestos se llevó más del 60 por ciento de las utilidades.
Como los grandes problemas de este país tienen una comisión (la paz, el agro, el café, entre otros), la tributaria cuenta con nueve expertos, quienes ya completan dos meses de evaluación y presentarán en diciembre un informe final con el que se espera no hacerle un nuevo parche a la colcha de retazos que es el estatuto tributario, sino una manta más transparente y sencilla que cobije a más colombianos.
Rosario Córdoba Garcés, presidente del Consejo Privado de Competitividad (CPC), integra dicha comisión y tiene claro que los mismos 50.000 grandes contribuyentes y los asalariados no pueden seguir siendo los dolientes de la tributación y que esta vez sí debe haber una verdadera reforma estructural.
En diálogo con EL COLOMBIANO aseguró que más que aumentar la tasa del impuesto del IVA lo que se requiere es poner la casa en orden para impulsar la inversión con la eliminación a los bienes de capital y revisar las exenciones, elusiones y evasiones, las cuales aportarían incluso más que subir la tasa, cuyo cada punto adicional representa al rededor de cuatro billones de pesos.
La presidenta del CPC también aseguró que a pesar de la desaceleración que ha presentado la economía, el panorama no es tan desalentador como algunos lo pintan, y confía en la recuperación de la industria.
Comencemos brevemente por el diagnóstico del país en materia de impuestos, después de la reciente reforma tributaria...
“Esto está sobrediagnosticado: pocos pagan mucho, pero el recaudo es muy bajo como porcentaje del Producto interno Bruto (PIB). Las empresas pagan las tasas más altas del mundo, pero los asalariados y particulares no pagan tanto”.
Pero en el caso de las empresas, esto se agravó con la reforma del año pasado.
“Es cierto. La carga está en las empresas con tasas muy altas y adicional hay que sumarle tres cosas que son terribles: el impuesto al patrimonio, el cuatro por mil y otro que no se da en otros países que es el IVA a los bienes de capital. Colombia necesita hacer una transformación productiva urgente pero con el costo de los bienes de capital gravados hace que la inversión sea muy costosa. Entonces, eso hay que corregirlo”.
Ahí sí entramos en el tema de la comisión de expertos que usted integra. Desde su opinión, ¿qué se podría hacer?
“Lo que hay que hacer es tener un sistema tributario donde todo el mundo pague, que no afecte la eficiencia económica que es lo que está pasando en este momento porque se está afectando la inversión y los recursos no se van a donde se tienen que ir. Ninguna de esas condiciones se cumple en Colombia. Así que la reforma tributaria estructural debe apuntar donde más personas jurídicas y personas naturales paguen. Hay que ampliar la base y quitar todas esas distorsiones para que la inversión sí llegue”.