Después de dos periodos legislativos sin avanzar, el TLC con Corea del sur parece ir por buen camino. El proyecto fue aprobado en primer debate por los congresistas de las Comisiones Segundas y pasará a plenarias con la condición de que el Gobierno se siente a hablar con los industriales del sector automotriz y de electrodomésticos, los más afectados con el acuerdo.
El senador ponente del TLC, Mauricio Lizcano, presentó cinco puntos que se deben tratar con la industria para que el impacto negativo sea minimizado.
El primero es una revisión de incentivos tributarios a las industrias. En los debates sobre el acuerdo, gremios como Asopartes, que dirige Tulio Zuloaga, dijeron que una reducción al impuesto de renta y al costo de la energía podría ayudarlos a ser más competitivos.
El segundo punto compromete al Gobierno con el pago (por un tiempo determinado) de los practicantes que deben contratar las industrias desde el Sena. En tercer lugar piden incentivos de inversión y tecnología; y cuarto, el diseño de un estudio que presente los cambios productivos de las regiones que se den con el TLC tanto para el sector agrícola (el más beneficiado), como para la industria de línea blanca (electrodomésticos).
Por último, el quinto punto contempla la creación de una comisión que permita hacer un seguimiento del acuerdo y que pueda acompañar a la industria por los próximos 12 años, mientras logra prepararse.