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Entre enero y junio Avianca Holdings contabilizó ingresos por 1.180 millones de dólares, cifra inferior en 47,93 % a los 2.266 millones reportados en el mismo periodo del año pasado.
En el informe de resultados publicado en la web de la Superintendencia Financiera, la empresa indicó que a junio acumuló pérdidas por 352, 7 millones de dólares, cifra menor a los 475,9 millones reportados a junio de 2019.
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La compañía añadió que como resultado de los efectos adversos de la covid-19, que han resultado en una disminución del 90 % en el tráfico mundial de pasajeros, se espera que haya una reducción de los ingresos de la industria en todo el mundo en 314 mil millones de dólares, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
“Las operaciones programadas de pasajeros de Avianca se han visto afectadas desde mediados de marzo, reduciendo sus ingresos consolidados en más del 59 % y ejerciendo una presión significativa sobre sus reservas de efectivo. Con el fin de preservar y reorganizar nuestros negocios, Avianca Holdings y algunas de sus compañías subsidiarias presentaron, el 10 de mayo de 2020, peticiones voluntarias ante el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York para protección bajo el Capítulo 11 del código de Bancarrotas de los Estados Unidos”, se indicó en el texto.
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Por su parte, la nota de auditoría de KPMG que acompaña el reporte de resultados llamamos la atención sobre una de las notas de la información financiera en la cual se indica que al 30 de junio de 2020 la empresa sus pérdidas del ejercicio por unos 353 millones de dólares, pero además tiene un déficit patrimonial por 355 millones de dólares y deficiencias de capital de trabajo por otros 4.027 millones. “La capacidad de la holdings para continuar como un negocio en marcha dependerá del desarrollo e implementación del plan de reorganización, el cual incluye la negociación de los pasivos a un nivel sostenible y la obtención de financiación que le permita obtener la liquidez suficiente para el reinicio de las operaciones. Estas condiciones indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la habilidad de la compañía para continuar como negocio en marcha. Nuestra conclusión no es modificada en relación con este asunto”, advirtió KPMG.