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El 80 % del mercado de la fabricación de tecnologías limpias lo tiene China

Hace 5 años el país absorbió más del 77% del total de la inversión global, y solo en 2022 recibió más del 90%.

  • China también es un importante proveedor de turbinas eólicas en el orbe. Seis de los diez mayores fabricantes de aerogeneradores son de esta parte del mundo. FOTO Colprensa
    China también es un importante proveedor de turbinas eólicas en el orbe. Seis de los diez mayores fabricantes de aerogeneradores son de esta parte del mundo. FOTO Colprensa
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15 de abril de 2023
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Infográfico
1,1
billones fue la inversión para el desarrollo de energías limpias al rededor del mundo.

El mundo está con el acelerador a fondo en la ruta de la transición energética, y China sigue siendo el protagonista ya que maneja a sus anchas el negocio para la fabricación de insumos con los que se construyen las granjas solares, parques eólicos y electrolizadores para la generación eléctrica renovable en un gran número de países.

Desde hace cinco años, el gigante asiático absorbió más del 77% del total de recursos de inversión con el fin de fabricar insumos para tecnologías limpias, y solo el año pasado recibió más del 90% de los dineros en un mercado que en la actualidad es cuatro veces más grande que al registrado en 2018.

Incluso, China no perdió el impulso en su tarea por la pandemia del covid-19, y ya para finales de 2021 recibió de Europa casi una cuarta parte de la inversión de ese año. Y hoy, Pekín está a plena capacidad manufacturera de insumos para fuentes renovables de energía, y que es entre ocho y 10 veces mayor al de Norteamérica y el Viejo Continente juntos.

Estas cifras llaman la atención si se tiene en cuenta un reciente reporte de BloombergNEF, el cual indica que la inversión en transición energética el año pasado a nivel mundial superó los US$1,1 billones, monto que igualó a los recursos destinados para el desarrollo petrolero y la generación de energía basada en combustibles fósiles.

Además, el reporte señaló que la inversión aumentó más del 30% interanual, con el giro de recursos en energías renovables en un 17% y con el desembolso de dineros en transporte electrificado (movilidad) en más del 54%.

En la misma línea, BloombergNEF recalcó también que la inversión en fábricas de tecnología limpia alrededor del mundo alcanzó poco menos de US$80.000 millones en 2022, pero un 44% más con respecto a 2021.

“Es un reto enorme para el resto del mundo depender de los insumos que elabora China para el montaje y desarrollo de los proyectos de generación de energías limpias”, resaltó Germán Corredor, analista y consultor en fuentes no convencionales de energía renovable.

El experto agregó que los Estados Unidos destinaron en los últimos cinco años US$500.000 millones para fortalecer la transición energética incluyendo la fabricación de equipos. “También es un llamado para que países como Colombia piensen en desarrollar industrias en este campo para mitigar la dependencia con otros países como China, y más cuando la guerra en Ucrania ha revivido el debate sobre soberanía energética”, subrayó.

Dominio en los insumos

Sin duda China domina la industria de insumos con el que se construyen los complejos para la generación de electricidad renovable. Además de poseer al menos el 65% de la fabricación a nivel mundial, se le adiciona la presencia de sus fábricas en otros países de Asia Pacífico, con lo que llega a estar cerca del 80% de la capacidad manufacturera mundial en siete tecnologías de energía limpia.

De acuerdo a un reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), publicado en Visual Capitalist, se resalta la ventaja que tiene China en la fabricación de insumos para tecnologías de generación eléctrica renovable, y cuya plataforma está en tres ejes: los bajos costos de fabricación; infraestructura de vanguardia en el procesamiento de metales de energía limpia; y una política estatal agresiva para su desarrollo con altas inversiones.

Al respecto, la publicación digital recalca que China es la economía dominante cuando se trata de operaciones de procesamiento. La participación del país en la refinación es de alrededor del 35% para el níquel, el 58% para el litio, el 65% para el cobalto y el 87% para los elementos de tierras raras.

“China ha tomado la delantera en renovables en toda la cadena. Tiene el monopolio de producción de tecnología, de producción de materias primas y megaproyectos eólicos y fotovoltaicos en su territorio y en otros países. Es paradójico, dado que es a la vez la primera responsable de emisiones del mundo”, explicó Inés Elvira Vesga, partner en Holland & Knight.

Por su parte, Alexandra Hernández, directora de la Asociación de Energías Renovables Colombia (SER Colombia), indicó que al hacer la comparación con Colombia “la prioridad es complementar el marco de política pública y regulatoria que existe, para habilitar el cierre financiero de los proyectos de fuentes renovables no convencionales y balancear la cancha entre generadores y operadores a la hora de conectar y poner en operación los proyectos, ya que los retrasos por parte de operadores afectan las inversiones y cronogramas de los generadores”.

Un ejemplo de lo competitivo que es el gigante asiático en insumos de tecnologías limpias son las baterías cuya fabricación resulta ser un 33% más bajo en su costo con respecto a las que se producen en Europa. Incluso, si se supone que los valores para su elaboración bajen en el Viejo Continente un 17%, fabricarlas allí terminaría costando US$11.900 millones adicionales al año.

A lo anterior, se suma que este país es el fabricante más grande del mundo de los cuatro componentes principales de las baterías de iones de litio: 53% de la capacidad de procesamiento global para cátodos, 78% para ánodos, 62% para electrolitos y 66% para separadores.

Y otra muestra adicional del mercado casi monopólico de China en insumos de tecnología limpia está relacionada con el negocio de baterías para vehículos eléctricos, ya que seis de sus empresas están entre los 10 principales proveedores del mundo, con una participación del negocio en un 60,5%.

Una investigación desarrollada por SNE Research, sitúa a la compañía China Contemporary Amperex Technology (CATL) como el mayor productor mundial de baterías para automóviles eléctricos. Esta empresa instaló más de 190 gigavatios hora (GWh) de batería entre enero y diciembre de 2022. Es decir, un 101,8% más que en el mismo periodo de 2021. Además, su cuota de mercado pasó de 4,3% a 37,1% en tan solo 12 meses.

Muestra del dominio en el negocio de baterías para vehículos eléctricos son las marcas de automóviles Tesla, Volkswagen, BMW, Hyundai, KIA, Renault, Fiat y BYD, entre otros, sellos que dependen en gran medida de las empresas chinas para sus baterías.

Así mismo, el gigante asiático posee el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo, con la mitad de todas las unidades vendidas en esa nación. Solo la flota del país de medio millón de autobuses eléctricos representa el 98% de la cuota de mercado mundial.

Un caso similar ocurre con los paneles solares, ya que actualmente el gigante asiático es el lugar más competitivo en términos de precio para la fabricación de este insumo en el mundo, con unos costos un 10% inferiores a los de India, un 20% a los de Estados Unidos y un 35% a los de Europa. Y se proyecta que su participación en su elaboración supere pronto el 90% a nivel global.

Además, China también es un importante proveedor de turbinas eólicas en el orbe. Seis de los diez mayores fabricantes de aerogeneradores son de esta parte del mundo.

Reparos de la Agencia

Sin embargo, la concentración en esta parte del mundo en cuanto a manufactura de partes para tecnologías limpias genera reparos desde varias partes del globo, incluso en el mismo organismo internacional.

Para la IEA, el casi monopolio que ha conseguido China sobre la fabricación de equipos para generar electricidad limpia supone un riesgo en términos de aprovisionamiento, dada la importancia de esta tecnología para la transición energética.

La Agencia apuesta por una diversificación geográfica, aún reconociendo que la política de inversión masiva llevada a cabo por China ha permitido una reducción radical de precios que ha hecho que los paneles fotovoltaicos pasen a ser la forma de producir electricidad más competitiva en muchas partes del mundo.

En diversos escenarios, Faith Birol, director ejecutivo de la IEA, advierte al respecto que el nivel de concentración geográfica en las cadenas de aprovisionamiento globales plantea retos potenciales que los gobiernos tienen que corregir.

Para el líder del organismo mundial, la aceleración en la transición energética en muchos países del mundo pone más presión sobre el dispositivo industrial ahora concentrado en el gigante asiático, mientras que disminuir esa concentración al mismo tiempo ofrecería oportunidades a otras regiones.

En la misma línea, Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, señaló que la concentración en China de fábricas que elaboran insumos de tecnologías limpias es “claramente un mercado monopólico” y dicha conglomeración va generando un aumento de costos y más en un negocio en expansión en la demanda a raíz del proceso de transición energética que se está dando en el mundo.

“Para un país como Colombia podría tener efectos en viabilidad de las iniciativas de energías renovables, que se concibieron con unos costos y son proyectos de entrada a mediano plazo, pero estos incrementos pueden generar que muchos de ellos no sean competitivos a las tarifas previstas”, dijo Vera.

La IEA también resalta que, la capacidad de fabricación mundial de tecnologías de energía limpia en China puede exceder periódicamente las necesidades de producción a corto plazo, fenómeno que ya se está evidenciando con las baterías para vehículos eléctricos, camiones de celdas de combustible y los electrolizadores.

“Representa un desafío para la humanidad, porque hoy más que nunca está claro que efectivamente un estornudo en China pone a tambalear el mundo. La dependencia de un solo actor es un desafío para la seguridad energética de los demás, pues una crisis de abastecimiento en la cadena de los renovables significaría una parálisis en el desarrollo de los proyectos, implica entonces una reflexión sobre la importancia de mantener las matrices energéticas diversificadas”, dijo Vesga de Holland & Knight.

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