La emergencia que atraviesa el país ha golpeado con fuerza al comercio, pero específicamente ha sido más dura con los renglones de bares, discotecas y restaurantes.
En este último caso, según los datos de Acodres, en el país operan unos 90.000 restaurantes que aguardan por la reactivación y tener medidas claras para volver a operar.
Incluso, el alcalde Daniel Quintero aseguró que en el caso de Medellín ya hay protocolos y el sector está ávido de obtener el aval nacional para entrar a operar.
Una de las voces reconocidas del sector es la de Jorge Rausch, chef y propietario de restaurantes como Criterión, entre otros, quien apuntó que lo tiene pensativo el cómo ayudar a las personas que trabajan en el sector.
En entrevista con EL COLOMBIANO, Rausch comentó que en el caso de su empresa hay más de 200 empleos en riesgo y pidió una mano del Gobierno para el gremio.
¿Cuál es la situación que viven actualmente?
“Es muy delicada, para mí, para mi compañía y para mi familia. Después de haber hecho empresa y trabajar en restaurantes por más de 17 años, lo más importante es que la gente que trabaja con nosotros pueda seguir subsistiendo. En este momento con 11 restaurantes cerrados no podemos tener a todo el mundo laborando y ahí realmente necesitamos una mano con la gente, que el Gobierno nos ayude, de golpe con la seguridad social, y que las ayudas no le lleguen solamente a la gente que puede pagar, sino también a la que no tienen esa posibilidad.
Tenemos millones de personas que están perdiendo sus empleos en el sector de los restaurantes y esto es fatal”.
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Si mira la situación de un año atrás y la compara con la actual, ¿cuánto han caído las ventas?
“En junio del año pasado teníamos unas ventas normales, pero en este momento ya vamos para tres meses cerrados. Si yo miro Criterión, lo que vendo en domicilios puede ser un 10 % (en comparación con el 2019), pero si miro toda la organización estamos por debajo del 5 % de las ventas, prácticamente cerrados. Un negocio que no genera flujo de caja es prácticamente imposible de sostener”.
¿Qué medidas han tenido que tomar?
“A nivel de caja es poco lo que se puede hacer cuando uno no vende. Es muy complicado salir a conseguir recursos cuando no se sabe cómo se va a abrir ni cuándo se va a abrir. Es mucho más razonable esperar a que den unos lineamientos para ver si se cumplen. No sabemos si vamos a abrir al 20 % o al 30 %, en uno o dos meses, todo va a depender”.
¿Y qué les preocupa?
“En este momento lo que más me preocupa de todo esto es la gente, pero desafortunadamente con los restaurantes cerrados uno no puede mantener a todo mundo trabajando, porque simplemente no hay caja. Por más de que esta situación rompa el corazón, si la caja no existe, no tenemos cómo evolucionar”.
¿Cuántos empleos están en riesgo en este momento?
“Más de 200”.
¿Hay claridad sobre lo que viene?
“Quiero ser enfático en algo: Esta es una situación terrible que nos tocó vivir, el coronavirus y el servicio de los restaurantes van en contravía porque en un restaurante la gente va a socializar y hay riesgo.
Lo que es importante es que el Gobierno nos dé una mano, yo me imagino que ellos deben tomar decisiones difíciles como me toca a mí. Yo estoy empezando a emplear cada vez un poco más de gente pero escoger a quien se la da trabajo y a quien no, es como escoger entre un hijo o el otro.
Soy consciente de que al Gobierno también le toca así pero lo importante es que la gente no se le deje abandonada, que por ejemplo el subsidio para los empleados del sector sea un poco más alto y que le llegue a quienes lo necesitan”.
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¿Y el tema de los arriendos?
“Es muy complicado porque pueden recortar el arriendo a la mitad o una cuarta parte, pero si siguen cerrados los locales y no generan flujo de caja ni recursos, no sirve. En este momento es imposible pagar”.
¿Para cuánto tiempo más les alcanza la caja?
“En este momento ya no tenemos caja. Se acabó hace mucho. Lo que tenemos es una pequeña operación y la idea es crecer de a poco para ir empleando a más gente. Lo más importante es ver cómo ayudamos a esas personas, para eso necesitamos ayuda, este es un sector que emplea a mucha gente de bajos recursos, con poca educación a quienes hemos podido sacar adelante. Eso es lo que yo quiero”.
