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Todo parece indicar que el escándalo por el uso de datos de 50 millones de personas y que involucra a Cambridge Analytica y a Facebook aterrizó en Colombia a través de la aplicación Pig.gi.
La sospecha hizo que su operación en el país fuera bloqueada por la Superintendencia de Industria y Comercio, como medida preventiva mientras avanza la investigación sobre el uso de datos personales, debido a que podrían existir “posibles vínculos entre Cambridge Analytica, la sociedad Farrow Colombia S.A.S. y Farrow México S.A.P.I. DE CV, empresa administradora de la aplicación Pig.gi”, dijo el regulador.
El problema con Cambride Analytica es que se presume que a través de un aplicativo de Facebook (This is your digital life) se habría recaudado información que posteriormente fue usada con fines de perfilamiento de consumo comercial y político, para la campaña presidencial de Donald Trump y las decisiones al rededor del Brexit; cuando se prometía para fines académicos entre los acuerdos sostenidos con la red social.
Así, el cuestionamiento que subyace en ambos casos es si se está recaudando información, qué uso se le da, si los usuarios están enterados del uso específico y si permitieron distribuir sus datos para tales fines.
“La información es un activo cada vez con mayor valor y por ende la distribución de ella no es un juego”, afirmó el exministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Daniel Medina.
En Colombia existe la Ley de Habeas Data que sobre la información da la potestad de limitar “las posibilidades de su divulgación, publicación o cesión” (ver ¿Cómo funciona?)
Se “toman decisiones basados en los datos (...) a través del mundo digital es más fácil la recopilación de la información”, dijo Diego Samuel Espitia Montenegro, Chief Security Ambassador de ElevenPaths la unidad de ciberseguridad de Telefónica.
La aplicación, Pig.gi, que ya cuenta con un millón de descargas, promete que los ciudadanos pueden “ganar tiempo” para tener más datos de navegación “por ver notas en la pantalla de bloqueo” y ahorrar dinero.
Esto a cambio de que en la pantalla del dispositivo móvil se pudiese habilitar información proveída por Pig.gi (publicidad). El usuario recibe “Pig.gi monedas” que pueden ser redimibles en datos para navegación, y a su vez puede engrosar su monedero al entregar y vincular referidos.
“Las empresas dependen de la publicidad y esta es efectiva cuando te conocen, y cuando lo que te muestran es lo que realmente te gusta”, sostuvo Espitia, los usuarios deben saber que “nada es gratis en el mundo digital aunque así lo parezca”, advirtió el experto.
Por esto es muy relevante entender que bajar una aplicación debe ser un proceso riguroso y consciente por la responsabilidad que implica entregar información que, más que mostrar tendencias generales, permite caracterizar de manera individualizada.
“Las empresas como Facebook deben extremar las medidas para que la regla general sea no acceder a los datos, y que se dé solo cuando la gente tiene toda la información para decidir”, afirmó Medina.
La trazabilidad en la distribución de los datos es a lo que se le debería poner más atención para que se “desarrolle con reglas claras”, sostuvo el exministro. ¿Qué va a pasar ahora con la proliferación del Internet de las cosas que recauda información detallada de hábitos de consumo y en general de la vida? Es una pregunta de la que aún no hay una respuesta clara .