Una bomba de tiempo estalló en Ecopetrol, y sus esquirlas han llegado a la Casa de Nariño. Según documentos confidenciales revelados por El Tiempo y revista Semana, el presidente de la petrolera, Ricardo Roa, habría ordenado la interceptación de comunicaciones, correos electrónicos, dispositivos electrónicos y documentación física de al menos 70 altos funcionarios de la compañía, incluyendo filiales como Hocol y Cenit.
El motivo: encontrar al “topo” que habría estado filtrando información a los medios.
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Lo más grave no es solo la magnitud del espionaje interno, sino la ruta que se tomó para ejecutarlo: un contrato oscuro por 5,8 millones de dólares con la firma estadounidense Covington & Burling LLP, cuya supuesta finalidad era medir el impacto de los escándalos de Ricardo Roa en los mercados internacionales.
Pero terminó siendo la retención de datos internos de ejecutivos clave. En el contrato se estableció incluso una cláusula confidencial que impedía divulgar su existencia sin autorización directa del director de cumplimiento de Ecopetrol, Alberto José Vergara Monterrosa, quien firmó el otrosí el 26 de diciembre, en plenas festividades de fin de año.
El contrato de los 5,8 millones de dólares que abrió la caja de Pandora
El detonante del escándalo fue la publicación del documento contractual, que incluía una instrucción precisa: retener, sin alterar ni destruir, cualquier tipo de información (correos, dispositivos, documentos físicos o electrónicos) relacionada con los funcionarios señalados.
Todo debía mantenerse bajo estricta confidencialidad, según las instrucciones firmadas por Vergara.
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Aunque Roa ahora dice que también fue “víctima” del procedimiento, y niega haber ordenado las interceptaciones, miembros de la junta y fuentes al interior de Ecopetrol señalan lo contrario.
Según trascendió, la verdadera razón detrás de la renuncia de Mónica de Greiff de la junta no fue el cambio de Presidencia, sino la indignación por las interceptaciones ilegales. Durante una reunión privada con el presidente Gustavo Petro, de Greiff habría dicho tajantemente que jamás aprobó el otrosí del contrato con Covington & Burling, y que se sintió traicionada.
¿Quiénes fueron espiados? La lista de los 70 nombres bajo vigilancia
La orden de “retención técnica” no fue selectiva. En la lista están desde vicepresidentes hasta gerentes y directores estratégicos. Estos son algunos de los nombres revelados:
- Luis Alberto Zuleta, miembro de la junta directiva
- Rafael Ernesto Guzmán Ayala, vicepresidente ejecutivo
- Nicolás Azcuénaga Ramírez, vicepresidente de nuevos negocios
- Fabio Ortega, gerente de nuevos negocios en Hocol
- Alberto Enrique Consuegra, vicepresidente ejecutivo operativo
- Elsa Jeanneth Jaimes, vicepresidenta Costa Afuera
- Germán González, secretario general
- Vicky Rocío Vélez Rodríguez, vicepresidenta de Exploración (Hocol)
- Alexander Cadena, presidente de Cenit
- Pilar Marulanda, vicepresidenta de recursos humanos de Cenit
- Julio Corredor, gerente de cumplimiento de Cenit
Y la lista sigue hasta completar 70 nombres clave en la estructura directiva de la petrolera más grande del país. Incluso el propio Ricardo Roa y el mismo Alberto José Vergara aparecen como “objetos” del procedimiento, lo que ha generado más suspicacias que aclaraciones.
La tormenta llega a Palacio: Petro interviene en medio de crisis interna
El escándalo no se quedó en los pasillos de Ecopetrol. Las revelaciones activaron las alarmas en la Casa de Nariño, donde el presidente Petro convocó de urgencia a miembros de la junta directiva para abordar el tema del contrato.
Allí se discutió no solo la validez del otrosí, sino también la eventual salida de Roa y un enroque político que ya suena con fuerza: Edwin Palma, actual ministro de Minas, podría asumir la presidencia de Ecopetrol, mientras Roa pasaría al Ministerio.
La decisión aún no es definitiva. Falta un análisis jurídico para establecer si Palma está habilitado para dirigir la petrolera, pero la presión crece. Internamente, varias fuentes no descartan más renuncias en la junta, lo que significaría una reconfiguración total del gobierno corporativo de Ecopetrol.
El origen del escándalo: filtraciones, apartamento de lujo y negocios turbios
Las motivaciones de Roa para este espionaje masivo serían las constantes filtraciones a la prensa sobre su gestión, muchas de ellas comprometedoras.
Entre los escándalos más sonados están la investigación a la campaña Petro Presidente 2022, por presunta violación de topes y omisión de pagos. También la compra de un lujoso apartamento al cuestionado petrolero Serafino Iacono. Y, asimismo, los negocios de Ecopetrol con empresas del fallecido William Vélez, exjefe de Roa en Honduras y allegado a su pareja, Julián Caicedo Cano.
El contrato con Covington & Burling habría sido una jugada para “controlar daños”, pero terminó exponiendo aún más a Roa y salpicando la reputación de toda la junta.
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