El 2021 inicia con un tope de usura más bajo, teniendo en cuenta que la determinación de la Superintendencia Financiera es que los créditos de consumo y ordinarios, entre los que se encuentran también las tarjetas, no podrán superar un 25,98 % de interés en enero.
De acuerdo con el analista económico Raúl Ávila, una de las consecuencias que puede traer la disminución es que se apalanque el acceso a crédito en el mes, situación necesaria a ojos del experto para reactivar la demanda.
Recordemos que solo para la semana de entre el 21 y el 25 de diciembre, registro más reciente por parte de la Superfinanciera, se entregaron 85.708 créditos de consumo, sin incluir lo realizado por medio de tarjetas de crédito, herramientas que movilizaron más de 5,55 millones de desembolso en el mismo lapso.
Ahora, este tipo de préstamos (específicamente los de crédito de consumo y ordinario) no podrán exceder el porcentaje mencionado al inicio en su interés, puesto que quien intente hacer una operación por encima de dicho monto, o incluso ocultarlo o disimularlo, puede incurrir en “ prisión de treinta y dos (32) a noventa (90) meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) a trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales vigentes”, según el Artículo 305 del Código Penal.