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El emprendimiento es un mecanismo único y poderoso para el desarrollo económico y social, que proporciona ingresos y empleos al tiempo que permite generar riqueza para las personas y para las comunidades. En verdad, un motor para el cambio.
Ese mensaje lo plantea a modo de conclusión Global Entrepreneurship Monitor (GEM), uno de los más prestigiosos estudios de este segmento, que en marzo pasado presentó su informe 2019-2020.
En el texto, difundido días antes de que se empezaran a aplicar las severas restricciones para contener el avance de la covid-19, el presidente de la junta de GEM, Niels Bosma, llamaba la atención, casi que anticipando lo que iba a pasar.
“En tiempos de desafíos sociales apremiantes, como el cambio climático, la migración, las desigualdades y el crecimiento de la población, nos hemos dado cuenta que se necesitan actitudes, habilidades y comportamientos que persigan tareas creativas y proporcionen nuevas soluciones a problemas sociales complejos e internacionales perversos. Esto requiere un comportamiento emprendedor y una sociedadque fomente y recompense dicho comportamiento”, anotó (ver Dicen de...).
En línea con las consideraciones de GEM, que desde 1999 busca comprender el fenómeno del emprendimiento en todo el mundo, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) viene, desde hace 15 años, consolidando una red para este fin en la que converjan empresas sostenibles, diversas, dinámicas e innovadoras que generen valor para la sociedad.
La iniciativa Andi del Futuro, según Alejandro Olaya Dávila, gerente de Innovación y Emprendimiento del gremio, nació como una apuesta para promover este tipo de firmas de alto valor en esa área, con la idea de que se conviertan, con el paso del tiempo, en grandes compañías como es la característica de las firmas afiliadas a la Asociación.
¿Qué tiene esa red hoy? El dirigente gremial explicó que de este trabajo hacen parte 350 empresas, 180 de las cuales en están localizadas en el Valle de Aburrá. “Estas sociedades tienen una característica fundamental y es que entre ellos mismos tienen un proceso riguroso de selección para hacer parte de este grupo, y uno de sus factores clave es que tengan altas propuestas de valor” (ver módulos).
Otros parámetros para los emprendedores que consideren hacer parte de la Andi del Futuro es que sus empresas vendan, como mínimo, 1.000 millones de pesos al año. Actualmente, el promedio de facturación de cada una es de 5.000 millones de pesos.
Olaya admitió que hasta antes de la emergencia sanitaria y económica cada una de estas empresas estaba generando en promedio unos 15 empleos, es decir que en conjunto ocupaban alrededor de 5.250 personas.
Una tarea que por estos días se ejecuta, es una encuesta para conocer el grado de impacto de las restricciones en la operación de estas compañías y en sus niveles de liquidez.
“Ese sondeo nos viene mostrando que estas empresas no tienen más de 20 días de caja para cumplir sus obligaciones, por lo que hay muchas expectativas sobre los anuncios de líneas de financiación y de subsidio a las nóminas”, declaró.
Otra inquietud que surge, es el por qué en 15 años de labores, la Andi del Futuro apenas cuenta con 350 afiliados. En este punto la explicación es que hay que diferentes tipos de emprendimientos, y en este ejercicio lo que es importante es obtener un alto impacto y enfocarse en la innovación. “Otros están dirigidos a garantizar la subsistencia de sus promotores, por lo que es evidente que es menor el valor agregado que aportan”, añadió Olaya, quien también es el gerente de la Andi en Antioquia (ver Para saber más).
En concordancia con lo anterior, el informe de GEM mencionó que es muy baja la proporción de emprendedores colombianos que al iniciar un negocio esperan agregar nuevos empleos en un horizonte de cinco años (menos de 1 entre 10), mientras que en China o Madagascar el nivel es mayor (6 de cada 10).
Mientras la Andi del Futuro sostiene que aunque sus empresarios tienen un buen nivel de ventas, estas unidades productivas están aún en un periodo de maduración y consolidación para expandir sus modelos de negocio y llegar a nuevos mercados.
No obstante, algunas han podido capitalizar alternativas de negocio como Netux, que con un sistema de inteligencia artificial y análisis de datos disponibles para la Alcaldía de Medellín, permite monitorear los casos y posibles contagios de la covid-19.
Desde esa perspectiva, la empresa de tecnología financiera Sempli elaboró una encuesta entre 334 micro y pequeñas empresas, de las cuales el 52 %, es decir 173, indicó que pese a la contingencia sanitaria y económica han lanzando nuevos productos.
Sobre este hallazgo, Esteban Velasco, cofundador de Sempli, manifestó que para nadie es un secreto que este segmento de mercado, es decir, el de las pequeñas y medianas, se está viendo afectado económicamente, pues la pandemia ha sido un escenario que en cuestión de días desencadenó una nueva realidad emocional, rutinaria y económica, a la que tanto personas y familias como empresarios se han estado adaptando.