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“Las perspectivas de crecimiento mundial se han debilitado ligeramente y el panorama se ve ensombrecido por incertidumbres importantes”.
Así se expresó Catherine L. Mann, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), al explicar la reducción que en sus proyecciones de crecimiento económico mundial para este año, hizo el organismo de cooperación internacional.
Según la Ocde, al finalizar 2015 el Producto Interno Bruto (PIB mundial) observará un aumento del 3,0 por ciento cifra menor al 3,1 por ciento estimado en junio pasado e inferior al 3,7 por ciento calculado en noviembre de 2014.
En su más reciente reporte “Economic Outlook”, la Organización precisó que la recuperación económica está avanzando en las principales economías del mundo, pero el estancamiento del comercio internacional y el deterioro de las condiciones en los mercados financieros están desviando las perspectivas de crecimiento en muchas de las economías emergentes.
“El aumento del empleo y de consumo de los hogares están impulsando un sólido crecimiento en los Estados Unidos, pero la inversión sigue decepcionando”, indicó el informe, al hacer referencia al desempeño económico observado en ese país.
Adicionalmente, señaló: “El crecimiento en la zona del euro está mejorando, pero no tan rápido como era de esperar, dadas las caídas que se han visto en los precios del petróleo, las tasas de interés a largo plazo y el valor del euro”.
La pieza del rompecabezas de la economía mundial que no encaja en el panorama de la Ocde es China, pues en ese país “el crecimiento ha resistido bien, pero algunos indicadores apuntan a un ritmo más lento, como la marcada desaceleración de la demanda de importaciones”.
Para Mann, la evolución de China está ya teniendo un impacto sobre todo en los países emergentes exportadores de materias primas, porque hay una inflexión en las importaciones del gigante asiático y los precios en algunos casos, el petróleo es el más paradigmático, se han hundido.
Entre los grandes afectados están Rusia y Brasil, que han entrado en recesión. De acuerdo con la Ocde, el PIB de Brasil caerá un 2,8 por ciento este año (dos puntos porcentuales más de lo que había augurado en junio) y de nuevo un 0,7 por ciento en 2016 (1,8 puntos de corrección a la baja).
Otro aspecto que inquieta a la Organización es que las economías emergentes, como la colombiana, tienen vulnerabilidades y podrían estar expuestas al aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y/o en una desaceleración mayor a la esperada en China, dando lugar a la turbulencia financiera y económica, que también podría ejercer un lastre significativo en las economías avanzadas.
Finalmente, es claro que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) pronto tendrá que comenzar a elevar su tasa de interés a un ritmo gradual, dado el sólido crecimiento de la economía. El momento de la primera subida hará poca diferencia en el resultado, pero el ritmo de esos aumentos será determinante sobre la economía mundial.