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La lógica indica que si un aeropuerto internacional presenta fallas en sus servicios básicos en tierra o incumple estándares de la aviación, debe solucionarlos. Ese no es el caso del terminal aéreo de Maiquetía, el principal de Venezuela, en las afueras de Caracas, a donde dejó de viajar Avianca por riesgos operacionales y de seguridad desde el jueves pasado.
La lógica del gobierno de Nicolás Maduro fue irse en contra de los 13 mil viajeros de la aerolínea colombiana que tenían reserva entre el 27 de julio y el 16 de agosto en las rutas Bogotá-Caracas-Bogotá y Lima-Caracas-Lima.
El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC) ha negado sistemáticamente que otras aerolíneas que aún vuelan a Bogotá, como Copa y Wingo, puedan habilitar vuelos adicionales en que sean reacomodados los pasajeros de Avianca.
Aún más, ayer la estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A. (Conviasa) anunció que suspendía sus vuelos Bogotá-Caracas-Bogotá, sin dar explicación adicional.
Con esa otra posibilidad también cerrada, la empresa intenta ahora que aerolíneas que aún operan en cielo venezolano los reciban y los lleven desde Caracas a otros destinos en la región a los que sí vuela Avianca, como es el caso de Ciudad de Panamá, Santo Domingo (República Dominicana), La Habana (Cuba) o Buenos Aires (Argentina).
A esa alternativa de triangulación operacional se ha tenido que llegar ante una retaliación del gobierno de Maduro contra la decisión de Avianca. Pero los realmente afectados son los pasajeros, especialmente los venezolanos.
Con todo, la aerolínea colombiana reportó a EL COLOMBIANO que al mediodía de ayer el 40 % de los viajeros con reserva para salir desde Caracas ya desistió de viajar y está en proceso de reembolso del ciento por ciento de su dinero. El 60 % restante se distribuye entre a quienes se está contactando y a los que se les busca alternativas de reubicación y traslado a sus destinos.
Entre tanto, de los pasajeros de Avianca con destino a Caracas, también un 40 % optó por no viajar, igualmente se les devuelve el dinero, hay un 40 % adicional que ya han sido reubicados en otras aerolíneas y un 20 % está en proceso de contacto.
“Ante esta situación de fuerza mayor, continuamos haciendo todos los esfuerzos para dar una solución a los viajeros (...). Tenemos una preocupación muy grande y queremos buscar todas las maneras posibles para facilitar que lleguen a sus destinos”, comentó Gilma Úsuga, directora de Comunicaciones de Avianca (ver Paréntesis).
En esas condiciones, al aeropuerto de Maiquetía solo vuelan ocho compañías, pues también la estadounidense Delta anunció que el próximo 16 de septiembre efectuará su último vuelo, también alegando razones de seguridad aeronáutica. Así que se suma a la lista de 15 compañías que desde 2013 han suspendido operaciones a un país que en medio de una profunda crisis económica también pierde conectividad aérea y se aleja más del mundo.