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Mientras avanzan las investigaciones por los mayores costos que tuvo la construcción del nuevo complejo industrial de la Refinería de Cartagena (Reficar), la fábrica más grande del país, el debate realizado ayer en el Senado dio para distintos señalamientos.
De un lado el contralor General de la República, Edgardo Maya, reveló que se revisan contratos por más de 5,3 billones de pesos de una megaobra que asegura tuvo gastos mensuales de 120 millones de dólares, y registró irregularidades en la adquisición de suministros y equipos. Al final, la modernización costó 8.016 millones de dólares.
El funcionario cuestionó las preferencias de los contratos laborales de profesionales extranjeros de la firma estadounidense CB&I, y que Reficar tiene demandada por 2.000 millones de dólares en un tribunal de arbitramento.
“Los hallazgos con presunta incidencia fiscal que se obtengan de la actuación especial de la Controlaría al momento, podrían dar lugar a la apertura de proceso de responsabilidad fiscal”, indicó Maya.
Por su parte, la senadora cartagenera Daira Galvis (Cambio Radical) aseguró que “el desgreño administrativo” durante la modernización de la refinería fue tal, que se incluyeron en la nómina trabajadoras sexuales “para tener satisfechos a muchos directivos tanto de Reficar y en algunos casos de Ecopetrol”.
Al respecto, el vicepresidente de Reficar, Felipe Laverde Concha, cuestionó que se hagan ese tipo de aseveraciones sin presentar las pruebas respectivas a entes de control.
Pero las explicaciones dadas por la filial de Ecopetrol no fueron suficientes para los senadores citantes. Por ejemplo, Claudia López (P. Verde), sin aún concluir las investigaciones, afirmó que “el desfalco, los sobrecostos y la corrupción de Reficar le han costado a los colombianos tres veces más que Agro Ingreso Seguro”.
A su turno, el senador Iván Duque (Centro Democrático) aseguró que “la decisión del Gobierno fue seguir haciendo el contrato con unos ‘pícaros’ y después demandar. Desde 2011 se denunciaban fallas, pero la evidencia contra CB&I se empieza a recoger después”.
En este capítulo político del caso de Reficar también terció el presidente Juan Manuel Santos, quien aseguró que el “pecado” fue haber empezado el proyecto sin planearlo bien, y que haya terminado costando el doble de lo estipulado, no quiere decir que esa plata se haya robado.