El debate sobre el salario mínimo para 2026 ya comenzó a tomar fuerza y uno de los sectores que alzó la voz fue el de la distribución minorista de combustibles.
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Como parte de las próximas discusiones del salario mínimo para 2026, el sector de estaciones de servicio hizo un llamado al Gobierno para que el aumento se defina con criterios técnicos y responsables.
El debate sobre el salario mínimo para 2026 ya comenzó a tomar fuerza y uno de los sectores que alzó la voz fue el de la distribución minorista de combustibles.
El llamado lo hizo David Jiménez Mejía, vocero gremial nacional del sector de estaciones de servicio, quien pidió que este proceso tenga en cuenta la realidad operativa de las actividades que funcionan las 24 horas del día.
El pronunciamiento se dio en un contexto que el dirigente considera crucial, dado que las estaciones de servicio son intensivas en mano de obra y tienen presencia en todo el territorio nacional, incluidos municipios donde representan una de las principales fuentes de empleo formal.
Jiménez Mejía, vocero de Somos Uno, alianza entre Comce y Fendipetróleo, recordó que la red de abastecimiento de combustibles del país está conformada por cerca de 6.400 estaciones de servicio.
En conjunto, estas generan más de 50.000 empleos formales a nivel nacional. En este sector participan de manera significativa jóvenes que encuentran allí su primer empleo, así como mujeres cabeza de hogar, para quienes esta actividad representa una oportunidad real de desarrollo y estabilidad económica.
El vocero gremial fue enfático en señalar que el sector no está en contra del trabajo digno ni de buenos salarios. Sin embargo, advirtió que el ajuste del salario mínimo debe hacerse de manera técnica, considerando variables como la inflación esperada, la productividad y la realidad operativa de sectores 24/7.
“Las estaciones de servicio no pueden trasladar libremente los mayores costos laborales al precio final al consumidor, porque operan con márgenes regulados. Esto significa que un incremento desproporcionado del salario mínimo se traduce directamente en riesgo de cierre de pequeños negocios, reducción de turnos y, en el peor de los casos, pérdida de empleos formales, especialmente en municipios donde la estación de servicio es uno de los principales empleadores”, señaló.
De cara a 2026, el sector considera que el ajuste del salario mínimo debe proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, pero al mismo tiempo estar alineado con la inflación y la productividad real, para garantizar la sostenibilidad del empleo.
En paralelo, el gremio planteó la necesidad de introducir ajustes en la política pública de distribución de combustibles. Entre las propuestas están una revisión técnica de los márgenes de distribución, especialmente en las regiones apartadas de las principales ciudades, el fortalecimiento de la competencia sana, incentivos a la formalidad y a la capacitación laboral, así como reglas de juego estables que permitan absorber mayores costos sin comprometer la continuidad de los empleos.
El sector también viene enfrentando un entorno complejo. Según recordó el vocero gremial, las estaciones de servicio han sufrido presiones en sus márgenes, así como caídas o estancamientos en las ventas en diversas regiones del país.
A esto se suma una fuerte contracción en la demanda de gasolina corriente observada el año pasado, influenciada, entre otros factores, por el aumento escalonado del precio del galón de gasolina. Pese a este escenario, el gremio ha logrado preservar la empleabilidad, un esfuerzo que busca mantener en el corto y mediano plazo.
Jiménez reiteró el compromiso del sector con la generación de empleo formal y lanzó una advertencia sobre los riesgos de no lograr un equilibrio en la definición del salario mínimo.
“Como gremio, estamos comprometidos con mantener —y ojalá aumentar— el empleo formal en las estaciones de servicio. Pero esto solo será posible si el salario mínimo 2026 se define como parte de un pacto integral por la productividad y la sostenibilidad empresarial. Si logramos ese equilibrio, seguiremos siendo un gran generador de oportunidades en todo el territorio; si no, corremos el riesgo de debilitar justamente los empleos que queremos proteger”, concluyó.