Este miércoles, 15 de diciembre, la compañía Servicios Aéreos Panamericanos (Sarpa), que durante 41 años se ha distinguido como operadora de vuelos chárter y por el transporte aéreo de pacientes, iniciará sus actividades como una aerolínea comercial regular.
Así lo confirmó a EL COLOMBIANO el presidente de la empresa, Carlos Andrés Mesa, quien precisó que la iniciativa que se empezó a estructurar desde 2019 se cristaliza con los primeros vuelos desde el aeropuerto José María Córdova de Rionegro a Valledupar, Riohacha y Villavicencio.
El jueves 16 de diciembre se activarán los recorridos hacia Curazao en el Caribe y a Pasto en el departamento de Nariño. El plan de expansión continuará el 2 de enero de 2022 con los vuelos Rionegro-Aruba y Barranquilla-Aruba.
Mesa aseguró que estos primeros viajes tendrán un nivel de ocupación cercano al 65%, y serán servidos inicialmente por dos aviones jet Embraer 145 de 50 sillas cada uno.
Con la entrada en operación de este nuevo negocio Sarpa emplea a 100 personas, y la inversión superó los US$6 millones.
Ante la Aeronáutica Civil (Aerocivil) Sarpa tiene radicadas otras 21 solicitudes de rutas para las cuales avanza en los procesos de certificación para operarlas en los próximos meses. “Esperamos abrir, por lo menos, en el primer trimestre del próximo año otras cuatro internacionales y seguir creciendo para el segundo y tercer trimestre con la llegada de la tercera aeronave que estará operando en abril”, dijo el empresario,
Al cierre de este 2021 la empresa observará una recuperación del 110% en el tráfico de los vuelos chárter al comparar las cifras con el 2019, y la línea de ambulancia también apreciará cifras positivas, dados los servicios prestados a las islas caribeñas.
“La pandemia hizo que la ambulancia aérea que en Colombia tenía poco uso tuviera un auge y ahora estamos conectando a grandes centros de salud con poblaciones alejadas trasladando a pacientes de covid, y hemos encadenado así el sistema de salud para que las personas tengan mejores servicios”, mencionó Mesa.
Para atender el suministro de combustibles de los aviones, Sarpa cerró un contrato de dos años con Terpel y un convenio similar con otro proveedor en Aruba y Curazao.
Para este 2021 la aerolínea estima totalizar ingresos por $35.000 millones.