Después de surtir debates en el Congreso de la República y superar polémicas entre empresarios colombianos por supuesta desventaja competitiva, hoy entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Corea del Sur, suscrito en febrero de 2013.
Ya el tiempo de llorar y rasgarse las vestiduras pasó. Fueron tres años y cinco meses de preparación desde la firma. A primera vista se ve un acuerdo comercial desbalanceado, al comparar los desarrollos industriales de ambos países o al valorar el precio de un contenedor con productos coreanos frente a uno colombiano.
Pero este primer acuerdo con Asia también es una oportunidad para realizar sinergias, transferencia de conocimiento industrial, tecnológico e incluso académico, de acuerdo con analistas consultados por EL COLOMBIANO.
Por ejemplo, Antioquia se presenta con alto potencial exportable en 159 tipos de bienes, según cuentas del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Se destacan: leche en polvo, productos lácteos, flores frescas, frutas (banano, higos, aguacates, tamarindo), café en grano, cacao y chocolates, entre otros (ver gráfico).
“Es el inicio de nueva etapa del comercio exterior colombiano, con una Colombia más moderna, con empresas más productivas, innovadoras y competitivas y en eso Antioquia podrá sacarle juego al acuerdo”, comentó la ministra María Claudia Lacouture.
Se estima que Colombia cuenta con 7.400 productos que hacen parte de la canasta exportadora hacia el país asiático, entre los que sobresalen los vinculados con la agroindustria.