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Polémica es lo que ha rodeado al texto de la reforma laboral en los últimos días y las posiciones encontradas entre las distintas partes parecen ser el pan de cada día.
Todo indicaba que ayer se radicaría la ponencia para que iniciara el debate de este proyecto en el Congreso, pero finalmente el trámite se pospuso y lo que se puede observar desde afuera es una distancia notoria entre el gobierno y un sector de los empresarios.
María Fernanda Carrascal, representante a la Cámara del Pacto Histórico y ponente coordinadora de la reforma, fue quien comunicó que la ponencia muy posiblemente se radique hoy. Y comentó que 39 de los 79 artículos del documento estaban consensuados, es decir, casi el 50% del texto no recoge un acuerdo.
Con base en ello, Carrascal manifestó que tomaron la decisión de “hacer una última mesa de trabajo de ponentes con la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, para llegar a más acuerdos que nos permitan llegar con la mayor cantidad de artículos cerrados y consensuados”.
En ese sentido, remarcó que “se han hecho modificaciones propuestas por los siete ponentes, con quienes hemos hecho hasta ahora 10 mesas de trabajo revisando artículo por artículo”.
Pese al espíritu conciliador del que ha hecho eco la coordinadora, los empresarios señalaron que no han visto reflejadas sus observaciones en la versión actual de la ponencia.
“No hay consenso”
La controversia entorno a la reforma, básicamente, gira en torno a los efectos que podría tener para el mercado laboral. Desde el sector privado han enfatizado en que, de aprobarse el texto, el costo de la contratación subiría de facto y se desincentivaría la contratación formal.
Bruce Mac Master, líder de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), apuntó que han sido meses de trabajo tratando de construir una reforma laboral consensuada y, según cuestionó, hubo acuerdos “en muchos puntos que luego no fueron incluidos en el proyecto de ley”.
“La versión actual genera grandes obstáculos al emprendimiento, las pequeñas y medianas empresas (pymes), desincentiva la contratación y afecta el empleo en forma grave”, agregó.
Sin embargo, Carrascal defendió que “a todos los ponentes se les incluyeron modificaciones, se les incluyeron proposiciones. Sí es verdad que hay más acuerdos en el derecho individual que en el colectivo, pero en el colectivo también se llegó a acuerdos, de 20 artículos tenemos 12 cerrados, así que estamos avanzando”.
Para Cristian Halaby, vocero de la Mesa Permanente por la Productividad y el Empleo (que reúne a 23 agremiaciones), la pregunta es: “¿El consenso es entre quiénes?”.
Algunas contrapropuestas
Halaby incluyó el pago de los recargos nocturnos como uno de los puntos que marcan la diferencia entre las partes, pues la reforma propone que se paguen a partir de las 6:00 de la tarde.
Esa, por ejemplo, ha sido una queja emitida por parte de los microempresarios, quienes aseguran ser los más golpeados con el incremento que esto traería. En ese orden de ideas, el líder gremial citado arriba mencionó que hay otro proyecto de reforma, presentado por el representante a la Cámara Carlos Ardila, quien propone que “el recargo empiece en la hora en que está hoy (9:00 p. m.), y si el desempleo baja del 9% empiece a recortarse y a llevarse hacia las 6:00 de la tarde”.
De otro lado, mencionó que la inflexibilidad en la contratación es otro punto que se debería ajustar y propone no desechar los contratos por prestación de servicios.
Así mismo, propone revisar el punto sobre los despidos sin justa causa, que necesitarían de la autorización de un juez e implican una indemnización de 45 días de salario por el primer año de servicios y 45 adicionales por cada año subsiguiente al primero.
Frente a los reparos que han surgido por el efecto que, a juicio de gremios y algunos centros de estudio traería la reforma laboral, la ministra de Trabajo aseveró recientemente que “a esos sectores no les interesa la reforma (...) porque aquí se han venido acostumbrando a que, a través de los derechos sociales, quieren seguir acumulando ganancias”.
De manera que en medio de las discrepancias, hoy se radicaría la ponencia, pero la coordinadora ponente fue clara y reconoció que ese solo sería el primer paso y “queda mucha tela por cortar, la ponencia lo único que hace es habilitar el debate, todos y todas están bienvenidos al