El mundo de los superclubes de fútbol de Europa está contrariado debido a la temprana eliminación, de la Champions League, de dos grandes equipos como el Real Madrid y el Paris Saint Germain (PSG). Lo más decepcionante fue la pobreza del nivel exhibido por las dos escuadras.
No sirvieron de nada las nónimas de lujo ni las camisetas cargadas de historia “y jerarquía” para evitar la salida del torneo de clubes más prestigioso. El PSG aplazó otra vez el sueño de ser campeón, y el Real se va humillado y opaco.