Aunque Saturno no es el único que tiene anillos, sí es el más recordado por esta característica. Una nueva investigación de la NASA confirma que el planeta está perdiendo su más icónica estructura, a la tasa máxima estimada desde que se observaron por las naves Voyager 1 y 2, hace décadas.
Compuestos principalmente de hielo de agua, estos no han existido desde siempre y los científicos predijeron que desaparecerán. Una nueva investigación publicada en la revista Icarus sugiere que están siendo deteriorados por la gravedad del planeta y su campo magnético, lo que ha desencadenado un fenómeno conocido como “lluvia de anillos”.
En 2013 la lluvia de anillos se había documentado, pero en este reciente estudio, dirigido por James O’Donoghue del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, se sugiere que el efecto está ocurriendo mucho más rápido de lo esperado.
Los brazaletes de Saturno, con unos 175.000 kilómetros de ancho, están siendo arrastrados al interior del planeta por gravedad, como una lluvia polvorienta de partículas de hielo bajo la influencia de su campo magnético.
“Solo con esto, todo el sistema de anillos desaparecerá en 300 millones de años, pero a esto se suma el material del anillo medido por Cassini-nave espacial detectado que cae en el ecuador de Saturno, y los anillos tienen menos de 100 millones de años de vida”, dijo O’Donoghue en comunicado público de la Nasa.