Desde 1993 el nivel del mar ha aumentado casi siete centímetros en promedio, una tendencia que se ha acelerado desde 2004.
Eso sugiere un estudio publicado en Geophysical Research Letters. Y aunque el aumento no se puede tomar como una medida uniforme para todos los mares, sí indica que esta expansión es una consecuencia directa del calentamiento global.
La medición encontró un crecimiento del nivel de 3 milímetros año en promedio, menos que los 3,3 que se estimaban, entre 1993 y 2015, pero entre el momento inicial y 2004 el aumento fue de 1,7 milímetros, habiendo subido a 3,5 desde entonces, un 25 % más que revela que el problema crece.
Se detectó un aumento adicional de 0,8 milímetros año entre 2004 y 2015 explicado por el derretimiento que ha experimentado Groenlandia, y en menor escala por los otros componentes tomados.
Esto sin tener en cuenta las alarmantes proyecciones del descenso en el Ártico.
El estudio de H. B. Dieng y colegas utilizó 26 series distintas de datos, considerando la masa de los océanos en el contexto del ciclo hidrológico completo. Si bien la cantidad de agua en el planeta es constante, la suma de todos los cambios en sus diferentes formas, desde los océanos y glaciares a las capas de hielo de Groenlandia y los polos, los ríos, las nieves y el vapor debería dar cero.
Los investigadores rastrearon todos esos cambios, centrándose en el conjunto de enero de 1993 a diciembre de 2005, a partir de cuando se usó la altimetría de los satélites para tener mayor precisión. Un método que mide cuánto tarda un pulso de radar entre el satélite y una baliza en la superficie del mar.
Algunos análisis han sugerido que desde 2000 el aumento se ha hecho más lento por fenómenos de La Niña. “Mostramos que a pesar de varias caídas temporales en el nivel debido a eventos La Niña, el nivel medio del mar se ha incrementado en la última década”, escribieron los investigadores en el artículo.
Aunque para el común de las personas el aumento puede ser imperceptible, incide en fenómenos como la erosión costera al aumentar la fuerza de las olas sobre la costa.