Con cerca de un 40 por ciento de menores de edad que en Latinoamérica han aceptado haber sido víctimas de algún tipo de ciberacoso, según el sitio ciberbullying .com, citado por el CEO de la firma Aulas Amigas, Juan Manuel Lopera, el tema se ha convertido en una de las preocupaciones más importantes de padres, educadores y cuidadores de niños y jóvenes en la región.
Con el acceso y la disponibilidad de recursos tecnológicos hoy día a través de diferentes pantallas (computadores de escritorio, portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes) los niños pueden pasar largas horas frente a estos elementos recibiendo y compartiendo información.
El problema es que a través de estos canales muchas personas se aprovechan para difundir material de contenido no apropiado para los menores, o para, mediante engaños, solicitar datos, imágenes y hasta intentar establecer contacto personal con fines de abuso.
El ciberacoso se aprovecha de algunas ideas preconcebidas que tanto padres como menores de edad pueden tener de la red, en el sentido de creer que todo lo que allí se encuentra es verídico.
“El crecimiento en este tipo de amenazas viene de la mano de la evolución tecnológica; por lo tanto, al tener una mayor cantidad de menores utilizando dispositivos que permiten conectarse a Internet e intercambiar información, sin la supervisión de un adulto y con pocas o nulas medidas de protección, se vuelven víctimas potenciales de los cibercriminales”, acota Juan Manuel Lopera. Y es que según cifras recopiladas por la firma especializada en seguridad informática Eset, hoy 95 por ciento de los menores tiene acceso a redes sociales
La situación se complica cuando, según Maximiliano Cantis, director comercial para Centroamérica y Colombia de la firma , solo el 50 por ciento de los padres –o 1 de cada 2 que es lo mismo– saben que están haciendo sus hijos en estas redes.