Creer que el cerebro en el estado más profundo de meditación está calmado, sereno y sosegado es ahora una utopía. Los resultados de las investigaciones entregadas el año pasado por el psicólogo clínico y Doctor en Psicología, el español Manuel Almendro, dieron cuenta de que el cerebro en dicho momento está en una hiperactividad intensa, una máxima agitación. La conclusión, después de este estudio, es que realmente no se sabe cómo funcionan los sistemas cerebrales más profundos, tan necesarios para que cada ser humano encuentre las respuestas que necesita para solucionar sus complejidades más hondas.
Para Almendro, se debe integrar la psicología occidental con la medicina tradicional indígena y con la sabiduría antigua y en general entender y aceptar que hay una apertura de cambio en la psicología hacia el mundo de la consciencia. “El futuro de la psicología es la integración de todas las escuelas y si no se hace así la profesión se empantanará”. El Doctor Almendro estuvo de paso por Medellín. EL COLOMBIANO habló con él.
¿La gente está buscando ser feliz de la manera correcta?
“No, la gente está perdiendo el contacto con su ser interior, se está robotizando y está siendo programada para consumir objetos externos en una competencia de unos contra otros para ver quién tiene el mejor carro, quién se ha hecho la mejor operación estética o lleva el traje del famoso diseñador de turno. No hay que ir a un cielo para ser felices, lo que hay que hacer es de un cielo la tierra. Mientras la gente esté persiguiendo un mundo de imágenes exteriores para ser aprobados por el mundo exterior va hacia del desastre”.
¿Eso suena caótico?
“El caos nos está diciendo que la tierra es incontrolable. Tenemos un miedo espantoso a la complejidad, queremos controlarlo todo, queremos controlar a los hijos, a los padres, a los animales, a nuestro trabajo, todo lo queremos controlar pero cuanto más queremos controlar el mundo más se descontrola, como no aceptamos el desorden y no queremos entenderlo, el desorden al final se está haciendo cargo del planeta”.
¿El deseo nos está ganado?
“No miramos más allá del instinto del poder, del éxito y del dinero y con un añadido, que el instinto de la sexualidad y las perversiones están generando un problema terrible. Si tu ves en todos los países siempre habrá titulares de abusos, de problemas de pederastia, es decir, la gente está buscando con ese instinto sexual, rellenar su vida, pero eso no se puede rellenar porque el deseo no tiene fin y aumenta y aumenta. Hay un dicho en psicología que el instinto del deseo acaba atravesando el objeto, se realiza ese instinto sexual pero después resulta que aparecen todavía más deseos, cuanto más deseos realizamos, mas deseos aparecen”
¿Qué hacer entonces ante ese panorama?
“Lo primero que tiene que hacer cada persona es abrirse a su propio interior, a preguntarse quién es, a encontrarse consigo mismo, a escucharse, a estar en silencio, a dejar de alimentarse mal, de beber en exceso. Cuando la persona se sienta y se escucha a sí misma, empieza el camino”
Pero da miedo...
“Si, pero entonces tienen que superar el miedo y en ese sentido hay unas psicologías avanzadas que están intentando dar respuesta a eso. Yo creo que hay dos tercios de la humanidad que están funcionando mal y es bastante. Hay un tercio que está funcionando bien y tenemos un ejemplo: cada día hay que ser optimistas, cada día la gente se está preocupando por una alimentación orgánica, equilibrada, en contacto con la naturaleza, cada día el yoga, las meditaciones y ciertas técnicas que abren el interior del ser humano están creciendo en un proceso interesante”.
¿Qué razonamientos se hicieron con el descubrimiento de la hiperactividad del cerebro en un estado profundo de meditación?
“Fue muy interesante concluir que no sabemos nada del tema. En los estados más profundos de meditación descubrimos que el cerebro está en una hiperactividad de estado gamba. Lo curioso es que en ese estado hay una apertura de consciencia que es el gran enigma. La conciencia es lo que nos puede permitir comprender porque vivimos la vida que vivimos, es la que nos puede calmar con respecto a que vivimos en un planeta en medio de un universo que nadie entiende”.
Se creía que lo sabíamos todo...
“El asombro es un principio fundamental de las psicologías avanzadas porque implica una pregunta de humildad para poder empezar un conocimiento, si crees que los sabes todo y puedes programar a los seres humanos no vamos a ninguna parte, si no sabes de nada y empiezas a querer entender, entonces las cosas pueden cambiar”.
En esta investigación usted menciona el proceso que llamó Oxígeme
“Oxigeme me ha costado cuatro décadas en la psicología. Es un encuentro entre la ciencia y la consciencia, entre la física y la psicología y lo que pretende es una transformación radical de todo lo que es la psicología psicoterapéutica a niveles prácticos. Cualquier persona que haga un proceso terapéutico a veces trabaja un síntoma, arregla ese síntoma pero al cabo de unos meses vuelve a estar con otro, sino trabajamos la raíz de esos síntomas vamos a estar pagando psicoterapias toda la vida”
¿Usted habla de las herencias?
“La única manera es poder resolver y disolver el molde heredado, es decir la herencia negativa heredada sigue las leyes del caos y las leyes disipativas, complicadas de explicar pero en resumen es resolver lo que heredamos negativamente con la compasión, la comprensión y el perdón con los padres, solo así podemos entrar en una nueva forma de concebir el mundo y la vida porque en ese momento vamos a estar lo suficientemente diáfanos interiormente para saber quiénes somos y a partir de ahí comenzar a vivir la verdadera vida personal absolutamente libre”.
Eso suena complejo
“En realidad lo es, es un trabajo que tiene mediciones científicas y que va mucho más allá de las genealogías, implica un conocimiento complejo de rutas fractales y rutas disipativas, de cómo se manifiestan los traumas en el ser humano y que no tiene que ver con las modas de las constelaciones, esta bien, pero aparte de que hay mucha manipulación con lo espiritual, aparecen en el mercado una gran cantidad de productos y personas que no están trabajando con la dignidad necesaria. Se está buscando tanta espiritualidad que se está haciendo mal”.
¿Cómo hacer que la integración entre la sabiduría antigua y la tecnología moderna se tome en serio con tanta gente que la trabaja con oportunismo?
“Las cosas hay que conocerlas, en este momento hay un cambio con relación al oportunismo “espiritualoide”. Hay gente profesional, libros serios y científicos que están tratando el tema que desde hace algunos años también se estudia en la academia. La sabiduría antigua y la ciencia moderna tienen que unirse, lo necesitamos”.
Pero hay demasiadas ofertas de este tipo, la gente se puede confundir...
“En este mundo de tanta oferta, la persona lo que tiene que hacer, si lo que busca es una ayuda profesional, es buscar en universidades como la Eafit en donde se está trabajando en lo que yo llamo una psicología avanzada. La psicología se tiene que abrir y tiene que entrar en esto para dar servicio a la sociedad, al servicio del interior del ser humano y de sus búsquedas de consciencia. No puede seguir conceptuando al ser humano como una máquina de programación de conductas, eso es una psicología que no va a ninguna parte. Si una persona va a entrar a un tratamiento le diría que mucho cuidado con los psicoterapeutas nueva era que hacen un fin de semana un curso y a la semana siguiente ya son titulados por Dios y parte del extranjero. Eso no va a ninguna parte”.