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El mundo de las uvas del vino sufrió un cisma cuando los colonizadores europeos comenzaron a llegar con la vid a tierras nuevas como América, Australia y ciertas regiones de Sudáfrica.
Este hecho, que marca la diferencia entre los vinos conocidos como del “viejo mundo” (los producidos en países como Francia, España, Italia y Alemania) y los del “nuevo mundo” (hechos a su vez en Estados Unidos, Argentina, Chile o Nueva Zelanda, por mencionar algunos) es una más de las diferencias que como la temperatura, la humedad y hasta el tipo de minerales en la tierra pueden hacer variar el sabor de un vino frente a otro.
No obstante, según la guía de vinos Wine Folly, si se usa la misma metodología para hacer un Malbec en Mendoza, Argentina y otro en Cahors, Francia, el sabor sería similar. Las ligeras distinciones, de nuevo, estarían en el clima y la microfauna de ambas regiones.
El chef y sumiller Mauricio Sánchez explica que, aunque no puede hacerse una traducción directa de este tipo de elementos, “si comparamos tres vinos de la misma cepa, la shiraz, pero de diferentes lugares del mundo, vamos a encontrar que el francés es seco, el chileno más suave, más cercano a nuestros paladares, y el australiano tendrá más pimienta, se sentirá picante. Son la misma uva pero las diferentes condiciones hacen que varíe el sabor”.
¿Cómo hacen, entonces, las diferencias de suelos o clima para cambiar el sabor de la misma uva en los lugares del mundo?
“Por ejemplo cuando hay mucho viento varía la amplitud térmica, esto quiere decir, el cambio de temperatura entre el día y la noche. Los vientos pueden hacer que las heladas nocturnas sean peores, y eso se traduce en esfuerzo mayor para la vid y la uva”, dice.
Un suelo rocoso puede hacer que el sabor del vino sea más mineral, o que su olor se asemeje al de una quebrada o al “petricor”, el olor que produce la lluvia al caer en un suelo seco. Ejemplos de estos hay en Alemania, Francia y Chile, por mencionar algunos.
Si bien los ha probado, Sánchez no se atreve a hablar de características puntuales de vinos de China, pero reconoce que por la dimensión y ubicación del país su gama de sabores puede ser amplia.
Tal vez a futuro China sea uno de los invitados de honor de Expovinos, la feria de vinos nacional que comienza este miércoles en Bogotá y se extenderá hasta el sábado.