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Ahora que ya vivió la experiencia de trabajar en casa, quizás le pasó lo siguiente: abrir el correo electrónico corporativo y tener la bandeja a reventar, recibir notificaciones que le recuerdan que en cinco minutos es la reunión con el jefe por Zoom, pero antes debe atender una llamada de un cliente. Siente que empieza el día con una sobreabundancia de información y no se concentra para cumplir con todos. ¿Se siente identificado? Podría estar padeciendo infodemia laboral.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OMS), el término infodemia se refiere a “un gran aumento del volumen de información relacionada con un tema particular, que puede volverse exponencial en un período corto debido a un incidente concreto como la pandemia actual”.
Nicolás Cadavid Betancur, psicólogo clínico de la Universidad CES, explica que en el contexto laboral se refiere a esa carga y saturación de datos e indicaciones por el trabajo que se tiene y que pueden generar ansiedad o estrés.
Un estudio de Kaspersky en asociación con la empresa de investigación Corpa revela que seis de cada diez colombianos encuestados (61 %) ha sentido los efectos de la infodemia en el entorno laboral durante el último año.
La investigación muestra, además, que para dos de cada diez de personas consultadas el apagón mental causado por esta saturación ha generado que se tarden más en terminar su trabajo y un número similar (27 %) admite sentirse más distraído al realizar sus tareas laborales.
“Las causas que la generan son no sacar tiempos para procesar la información y la saturación a veces de los pedidos, ahí es donde se presentan errores y confusión, o se tiene dificultades para responder, es como una intoxicación de muchos datos que en ocasiones vienen de fuentes no confiables”, dice Cadavid.
Señala que los síntomas en quienes la padecen son: temor, enojo, tristeza, preocupación y frustración frente a una situación. “Cuando se pasa a estados ansiosos o depresivos puede ocurrir cambios en el apetito, dormir en exceso o tener sueños intranquilos, dificultades de concentración para tomar decisiones o falta de interés para realizar las actividades cotidianas”.
Según el psicólogo, puede haber una respuesta fisiológica que se expresa en dolores de cabeza, tensiones musculares o problemas estomacales. Además, puede llevar a consumos excesivos de tabaco, alcohol, sustancias psicoactivas o medicamentos.
“Una de las grandes consecuencias es que se cometen errores en el trabajo que implican otros factores más grandes como equivocarse reiteradamente en la toma de decisiones, por ejemplo, cuando se está operando con dinero o máquinas”.
Para Mario Téllez, gerente senior de Marketing de la consultora KPMG, no ser asertivos en las comunicaciones corporativas de una compañía puede llevar a que se presenten casos de infodemia entre algunos de los empleados.
“Cuando están trabajando desde casa, por ejemplo, comienzan a perder el foco y en términos de eficiencia impacta la operación. A los equipos de comunicaciones les toca tener un pensamiento estratégico en cuanto al cómo se comunica a través de una narrativa entendible para los colaboradores”.
Usted también puede hacer algo al respecto a la hora de sobrellevar ese exceso de información laboral, lo recomendable, dice el psicólogo Cadavid, es ser cuidadosos a la hora de buscar información en redes sociales, medios y en la web para no saturarse, “tomar descansos para controlar el estrés y la ansiedad y buscar un espacio para cuidar el cuerpo: hacer respiraciones profundas, estirarse, hablar con otros, comer bien, dormir y evitar los excesos”. Y si eso no funciona lo mejor es buscar ayuda profesional por que hay otros riesgos.
¿Y la seguridad en línea?
Fabio Assolini, analista senior de seguridad en Kaspersky, indica que hay otros efectos preocupantes ya que la falta de atención o concentración es la base de las estafas de ingeniería social. “Estamos más tiempo conectados, contestando a mucha gente al mismo tiempo, y cuando no tenemos la atención enfocada en algo a veces se contesta automáticamente y esto es lo aprovechan los ciberdelincuentes”.
Agrega que intentan engañar a las víctimas contactándolas a través de llamadas o mensajes de texto, se hacen pasar, por ejemplo, como personal de un banco o del gobierno y así intentan extraer contraseñas, información relacionada con tarjetas de crédito, accesos a redes corporativas y otros datos valiosos.
“Las principales víctimas en este caso son las personas que trabajan desde casa, desde jefes, ejecutivos, empresarios, el personal financiero, de recursos humanos, ventas y mercadeo, entre otros”.
Por eso tenga en cuenta que con esta infodemia laboral puede caer en la trampa de los ciberdelincuentes y terminar haciendo lo que estos le pidan sin cuestionar o sospechar de sus intenciones.