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Estas son las razones para que no abuse tanto de la sal en las comidas
Médicos nutriólogos y nutricionistas dietistas explican la importancia de este mineral en el organismo de los seres humanos y alertan sobre los peligros para la salud que puede tener un consumo excesivo de sodio en el cuerpo.
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La OMS recomienda consumir 2.000 miligramos de sodio al día, esto equivale a una cucharada de sal. FOTO: Cortesía
23 de marzo de 2023
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¿Una cucharadita más de sal? Antes de condimentar sus comidas con este ingrediente, piénselo bien. Esa cucharadita puede tener alrededor de 2.000 miligramos (mg) de sodio, dice la médica nutrióloga Érika White. Esa cantidad, para la normatividad actual de etiquetado de alimentos, es el requerimiento ideal de sodio para una persona en un solo día. En una cucharadita de sal podría consumirlo todo, y regular su consumo es importante para la salud.
El sodio es un mineral que se encuentra en todos los alimentos, sin embargo, los productos industrializados suelen tener más porque este ayuda a la conservación, evitando la contaminación de bacterias y hongos. De esta manera, pueden durar más tiempo sin dañarse en sitios como los supermercados o incluso en las neveras.
Los productos altos en sodio suelen ser carnes congeladas como la marinada, el pollo, pescado, porque para proporcionar esa cadena de frío les suministran sodio y otras sustancias de conservación. Los embutidos como las salchichas, los quesos y algunos snacks conocidos en la región como “mecato” tienen un alto porcentaje y eso puede ser dañino para la salud.
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Otro ejemplo son los condimentos que no son naturales como los caldos de gallina y algunas salsas que se usan como aderezo.
“En la industria alimentaria el sodio se usa como conservante y saborizante y la gran mayoría de productos lo tienen y eso puede traer algunos riesgos para la salud de las personas”, indica White.
Peligros del exceso de sodio en el cuerpo humano
Un alto consumo de sodio es perjudicial para la salud y este diagnóstico es conocido como hipernatremia, explica la nutricionista dietista Sandra Ivonne Pérez Sierra, docente de la Universidad CES.
El primer síntoma de exceso de sodio en el cuerpo es el edema, inflamación en los ojos, las manos, los tobillos y las piernas, dato que entrega Luis Miguel Becerra, nutricionista clínico pediátrico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.
En el cuerpo se manifiestan otros síntomas como la sed excesiva —a mayor sodio, el cuerpo requiere más líquido—; se seca la saliva y puede generar unas punzadas en el pecho, en el área del corazón, conocidas como anginas.
”Un exceso de sodio genera deficiencia de agua corporal y se pueden detectar síntomas como sensación de sed, orina poco frecuente, espasmos musculares. En estados más avanzados la hipernatremia puede producir síntomas neurológicos como confusión y convulsiones”, dice Sandra Ivonne.
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Este diagnóstico lo puede evitar controlando su consumo de sodio y bebiendo agua. La importancia del control de este elemento en el cuerpo radica en que aumenta el riesgo de tener diagnóstico de hipertensión arterial (presión alta), insuficiencia cardíaca y emergencias de salud como infartos y accidentes cerebrovasculares.
La médica nutrióloga White dice que los alimentos con sodio deben restringirse en enfermedades ya establecidas como la hipertensión. En estos casos los especialistas evalúan los productos con alto sodio y piensan en un equilibrio para el cuerpo humano.
El sodio no es malo en pequeñas cantidades, pero cuidado con exagerar
El sodio es un mineral esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, siempre y cuando esté en pequeñas cantidades. Permite mantener la armonía de los fluidos corporales (el volumen plasmático, el equilibrio ácido base) y el funcionamiento adecuado de los músculos y los nervios.
”Ayuda a la contracción muscular, a la regulación del balance hídrico en el cuerpo para que la persona tenga un grado de hidratación adecuado”, dice Luis Miguel Becerra.
Y si se pregunta cuál es el consumo ideal de sodio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 2.000 miligramos de sodio al día, eso es una cucharadita. Sin embargo, como indica Becerra, algunos estudios han demostrado que en Latinoamérica se puede llegar a consumir 11.000 miligramos de sodio al día.
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Eso puede generar daños en el riñón, producir edemas (hinchazón causada por la acumulación anormal de líquidos en el cuerpo), elevar la glicemia, sufrir de enfermedades vasculares como las várices y hasta se puede llegar a producir una fístula (conexión anormal entre una vena y una arteria).
La médica White explica que 3.000 miligramos de sodio para una persona sin ninguna condición médica particular podría ser una cantidad ideal, mientras que en personas con hipertensión o insuficiencia cardiaca, pueden ser 1.500 miligramos al día. Sin embargo, las cantidades deben definirse para cada caso individual.
“No es dejar de consumir sodio completamente. Esto puede jugar en contra, se puede bajar la presión arterial o si es una persona con insuficiencia cardiaca, antes la restricción en sodio puede alterar su condición médica”.
El llamado sí es a evitarlo en exceso. Dentro de las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos (Gaba) para la población colombiana de 2 años, instaurada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), uno de los mensajes se enfoca en evitar el sodio, indica Sandra Ivonne.
El texto dice literalmente: “Para tener una presión arterial normal, reduzca el consumo de sal y alimentos como carnes embutidas, enlatados y productos de paquete altos en sodio”.
“Hay que aprender un poco sobre las tablas nutricionales. Por ejemplo, si voy a consumir 3000 mg de sodio al día, en una tajada de queso normal se puede estar consumiendo 400 mg, mientras que si es bajo en sodio, puede ser 90 mg. Una porción de alitas de pollo congeladas pueden ser alrededor de 700 mg, una salchicha está alrededor de 270 mg, entonces hay que equilibrar”, agrega Érika.
Otras alternativas
Para sazonar, las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos recomiendan usar canela, clavos de olor, menta, romero, yerbabuena, albahaca, cilantro, apio, perejil, tomillo, laurel, orégano, ajo, cebolla, pimentón, vinagre, zumo o trozos de frutas aromáticas como mango, maracucyá, naranja, piña, fresas y limón.
También, recomiendan que cocine con menos sal y no “la adicione al tanteo; acostúmbrese a usar un instrumento de medida (por ejemplo, una cucharita) para saber cuánta sal consume diariamente).
No calcule con el ojo y póngale una medida específica a la cantidad de sal con la que condimentará sus comidas de ahora en adelante. Cuide su salud y también, explore con alternativas gastronómicas.
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