Recursos del contrato se habrían ido a otro centro de salud. Comunidad y otras dependencias indican estar afectadas con el cierre mientras que Alcaldía justifica el hecho indicando que las otras obras eran más urgentes.
Por estos días los vecinos del barrio Calatrava en Itagüí han atestiguado como al interior el centro de salud del barrio –adscrito a la E.S.E. Hospital del Sur– los obreros trabajan con bríos para acabar cuanto antes las obras. Sobre el sonido de un estridente bafle que ameniza la jornada, un obrero comenta a un vecino que van bien.
El asunto sería una noticia positiva para el barrio, pero infortunadamente el impulso con el que hoy se trabaja llega 11 meses y 11 días tarde. Y es que, en el papel, la sede del Hospital del Sur de Calatrava debería estar abierta al público desde abril de 2023 pues un contrato ya finalizado indica que las obras de adecuación hechas en aquel entonces se entregaron a satisfacción a la E.S.E.
Por ello, la válida pregunta de los vecinos es: ¿si las obras se recibieron por qué el centro de salud sigue cerrado perjudicando a casi 47.000 habitantes de la comuna 5 de Itagüí? La respuesta no es clara, pero en su búsqueda quedaría al descubierto una seguidilla de dudas que ponen los reflectores sobre la en ese entonces gerente de la E.S.E Aura Patricia Vásquez, quien hoy es justamente la secretaria de Salud del municipio.
En octubre de 2022, la E.S.E dirigida por Vásquez expidió los estudios previos para justificar un contrato por $1.100 millones para el mantenimiento de su red hospitalaria compuesta por la sede del barrio San Pío, la sede del barrio Calatrava y la recién inaugurada Sede Norte, en Santa María.
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“La sede Calatrava tiene los techos en mal estado, las ruanas desgastadas y con fisuras, las losas sin impermeabilizante lo que crea filtraciones y goteras que causan más daños en paredes y pisos así como el techo internó que se desplomó una parte en el segundo piso. Las tuberías tienen poca presión y el alcantarillado presenta olores nauseabundos”, se lee en el informe que también especifica otras graves dolencias del edificio de tres pisos –con casi 30 años de servicio– que en ese entonces ya operaba solo por pocos días.
El mismo documento, que pedía priorizar la sede Calatrava, proponía celebrar un vínculo con la Agencia de Desarrollo Urbano de Itagüí Adeli con un contrato interadministrativo. La idea era que Adeli buscara a su vez un “subcontratista” para que adelantara las obras requeridas, gestión por la que la agencia se quedó con casi $62 millones de la bolsa de $1.100 millones.
Con este panorama, el 20 de octubre se firmó el contrato AD-105-2022 entre la E.S.E y Adeli. Por el lado de la primera firmó la en ese entonces gerente Vásquez mientras que por Adeli firmó la gerente (e) Diana Arboleda Isaza.
Con el vínculo firmado Adeli usó el método de la invitación privada de oferta, en la que se recalcó nuevamente que era para atender las sedes pero sobre todo la de Calatrava así como la construcción de los consultorios en la Sede Norte. La invitación solo le llegó a dos empresas: Estable Ingenieria SAS y M3 Grupo Empresarial SAS. El vencedor debería alcanzar una calificación cercana a los 1.000 puntos para quedarse con el contrato que ahora ofrecía $934 millones.
El 17 de noviembre se surtió el proceso con unos hechos bastante curiosos. Por ejemplo en la evaluación de la “propuesta técnica en servicios adicionales a las actividades, obligaciones contractuales y presupuestales del contrato”, Estable se llevó 300 puntos pues ofertó dos actividades relacionadas con el objeto contractual. Sin embargo, a M3 que solo ofreció una, solo le dieron 79 puntos. Mientras que en la propuesta técnica de calidad en equipo de trabajo adicional, Estable ofreció un profesional y un tecnólogo adicional lo que le valió que le dieran 250 puntos. A M3 que ofreció una profesional especializada solo le dieron 166 puntos.
![Cuadrilla de obreros continúan las obras que supuestamente se habían terminado en abril de 2023 en Calatrava. Foto: Jaime Pérez Munévar]](http://estaticos.elcolombiano.com/binrepository/927x565/74c0/780d565/none/11101/TSPP/hospital-del-sur-calatrava-p_44708550_20240321150528.jpg "Cuadrilla de obreros continúan las obras que supuestamente se habían terminado en abril de 2023 en Calatrava. Foto: Jaime Pérez Munévar]")
Al final, Estable obtuvo 999.97 puntos mientras que M3 655.98. Por ello, Adeli y Estable Ingeniería SAS firmaron el 23 de noviembre el contrato 055 de 2022 para ejecutarse en tres meses y 15 días.
En la información disponible no hay mayores datos de los informes que debió entregar Estable del avance de las obras. De lo poco, hay un acta de supervisión del 3 de febrero de 2023. El documento firmado por la supervisora de Adeli Claudia Marcela Cadavid Yepes no podría ser más escueto.
La funcionaria que debía velar por el correcto cumplimiento del contrato que priorizaba la sede Calatrava técnicamente atribuyó en esa fecha un cumplimiento del 57% del mismo. Pero para justificar su respuesta copió el texto que aparecía en el ítem “compromiso” y lo pegó en el área de “observaciones”.
Por ejemplo, un compromiso era: “Evidenciar el estado inicial de la zona a intervenir mediante registro fotográfico (...)”, a lo que Cadavid justificó su calificación de 57% escribiendo “el contratista ha venido realizando el respectivo registro fotográfico e inspección inicial de la zona a intervenir”, sin especificar fechas ni anexar evidencias.
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Eso sí, aunque el contrato finalizaba el 14 de marzo, Cadavid escribió ese 3 de febrero que las reparaciones en las otras sedes –como la de Calatrava– estaba en 0% porque “no se han iniciado actividades correctivas en las demás sedes”, hecho en el que no ahondó más. Lo que apunta a que Adeli y Estable solo se dedicaron únicamente a la construcción de los consultorios en la Sede Norte. Este hecho lo corrobora que la interventora de la millonaria obra indicara en su informe que “el alcance de intervención se realizará en la Sede Norte de la E.S.E. Hospital del Sur”.
Para el 15 de marzo, en las oficinas de Adeli, la Agencia recibió “a satisfacción” las obras hechas por Estable, pese a que la sede Calatrava no estaba intervenida aún. A su vez, el 30 de abril Adeli liquidaba el contrato con la E.S.E indicando que se habían realizado todas las tareas solicitadas aunque la sede Calatrava seguía sin funcionar, hecho que a los cuatro supervisores del contrato por la E.S.E se les habría olvidado decirle a su jefe Vásquez, quien dio visto bueno a lo entregado.
Consultada frente a este tema y las preguntas que deja, desde el área jurídica de la Alcaldía de Itagüí indicaron que si bien el contrato contemplaba todas las sedes del Hospital del Sur, el mismo estudio previo que priorizaba a la sede Calatrava también especificaba que “se debían tener en cuenta las necesidades a suplir con el contrato según la infraestructura y capacidad instalada de cada sede”.
“La que requería mayor adecuación fue la sede Norte, razón por la cual se le dio mayor prioridad para garantizar la optimización del espacio de esta sede, construyendo consultorios de atención médica (...)”, dijo la Alcaldía.
“Una vez realizado el diagnóstico de la Sede Calatrava, se cuantificó su intervención en casi $600 millones, más del 50% de los recursos disponibles en el contrato. Por lo que se decidió fortalecer la infraestructura de una Sede, en este caso la sede Norte, que es una de las principales de atención del Hospital con avance de obra al 100 %, y dejar por lo menos una sede adecuada en su totalidad, para posteriormente gestionar recursos para la intervención de la sede de Calatrava", explicó la Alcaldía.
La administración señaló además que la sede Calatrava no cumple con condiciones de infraestructura y sismo-resistencia, por lo que en varias evaluaciones se ha concluido que lo mejor es no hacer grandes inversiones.
"En la sede Calatrava solo se destinó hacer inversiones pequeñas que no atienden ni lo estructural ni las condiciones físicas de la sede. Estas se hicieron para activar unos servicios básicos que requiere la comunidad hasta que definamos la atención de la sede o el traslado de la misma", apuntó el Área Jurídica.
Frente al cambio de destinación del contrato, la Alcaldía lo justificó en una cláusula del mismo que señala que durante la ejecución y seguimiento del mismo, la supervisión por parte de la Secretaría de Infraestructura –con la aprobación por parte del ordenador del gasto– tendrá la facultad para modificar las actividades a realizar de acuerdo con la necesidad real de ejecución siempre y cuando se sustente de manera adecuada. La cuestión es que, en la única modificación al contrato que reposa en el Secop –que es un otrosí que amplío el plazo–, no hay ningún registro que dé cuenta del cambio de prioridades señalado por la Alcaldía.
Finalmente, frente al peculiar papel de los supervisores del contrato tanto de Adeli como de la E.S.E., la Alcaldía señaló que consideró pertinente su actuar pues esta documentó adecuadamente las evidencias de las actividades ejecutadas –que en su momento fueron entregadas a los entes de control en los procesos de auditoría– “sin evidenciarse ninguna falta por parte de la supervisión del contrato”. Según dijo los documentos están en el Secop y en las carpetas de supervisión de la E.S.E.
Pese a las explicaciones dadas por la Alcaldía hoy casi un año después de haber finalizado el contrato que debía reabrir la sede, la situación allí no puede ser peor. Aparte de que sigue cerrada, sus problemas se irradian a otros espacios vitales para la comunidad de Calatrava. Según los vecinos, la sede de la Acción Comunal y de la Comisaría de Familia –que quedan en el mismo edificio— trabajan a media marcha y en condiciones no ideales por los constantes daños y afectaciones derivadas de que el centro estuviese tanto tiempo en un estado tan deplorable.
Hoy a la E.S.E le tocó desembolsillar otros $207 millones para subsanar lo que supuestamente Vásquez recibió a satisfacción en abril de 2023. Las nuevas obras que arrancaron el 17 de enero se extenderían hasta julio de este año. Mientras tanto la gente en Calatrava sigue esperando la reapertura de su centro de salud en el que hasta en campaña no faltó el que prometiera convertirlo en hospital.
