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No todo es ‘encanto’ en los alumbrados del río Medellín: estos detalles incomodan a visitantes y comerciantes
En carta a la Procuraduría piden ajustes en el manejo de las basuras y mejorar la iluminación en el sendero peatonal
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En la zona del río aún se ven contratistas de EPM afinando detalles en las conexiones de gas y de energía. Los toldos se protegen con plásticos o carpas. FOTO ESNEYDER GUTIÉRREZ
15 de diciembre de 2022
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A pesar de la belleza de los alumbrados del río, que le rinden homenaje a la película Encanto, no todo es color de rosa, pues hay detalles de improvisación en la organización del recorrido, como ausencia de basureras y falta de iluminación en el sendero entre el puente de Guayaquil y Parques del Río, que desdicen del espectáculo.
Muchos asistentes y comerciantes no se dejan encandilar por las luces de colores y el ambiente festivo y piden ajustar detalles que, a su juicio, no están funcionando bien en este punto de la ciudad en esta temporada de Navidad.
También se oyen quejas por la falta de baños públicos, aunque hay que decir que este miércoles fueron instalados varios a lo largo del recorrido, con los cuales se pueden terminar los padecimientos de los primeros días, cuando la ausencia de estas estructuras obligaba a los asistentes a ir hasta Plaza Mayor a buscar el servicio.
“Hasta la noche del martes 13 no había baños instalados, debe ser que madrugaron a ponerlos”, respondió un comerciante.
Las problemáticas vividas en este punto de los alumbrados quedaron evidenciadas en una carta enviada a la Procuraduría de Antioquia en la que los comerciantes le pidieron a este organismo hacer veeduría de este tema y tomar cartas en el asunto para que se hagan correctivos.
Los firmantes denunciaron que en el montaje de los alumbrados se invirtieron cuantiosos recursos públicos ($25.000 millones, según EPM), por lo cual no se justifica la improvisación y menos las deficiencias en algunos servicios.
“Este es un evento masivo en un sitio cerrado por la misma administración municipal con un aforo diario de más de 500.000 personas que solo tiene las entradas y las vías autorizadas para el recorrido desde el antiguo Puente de Guayaquil hasta las instalaciones de Parque del Río, en un tramo de mas de 15 cuadras”, expusieron en la denuncia.
Asimismo, indicaron que a este espectáculo asisten personas de todas las edades y con condiciones físicas variadas, algunas con padecimientos y discapacidades, por lo cual no garantizarles baños a tiempo se constituye en una violación a sus derechos humanos.
“No se tuvieron en cuenta las necesidades de los asistentes y las reglamentaciones de espectáculos, puesto que en ninguna parte de ese trayecto colocaron baños públicos ni recipientes para depósito de basura (...), servicios que son necesidades básicas fundamentales”, indicaron en la carta.
Según la denuncia, que se dio a conocer el martes en la tarde, a falta de baños muchas personas han tenido que hacer sus necesidades fisiológicas orilladas a árboles y postes de energía, “lo cual es un irrespeto para la dignidad humana tanto personal como colectiva”.
Otro comerciante se quejó de que si bien las luces dan algo de iluminación al sector, en general hay oscuridad. Esto porque las figuras iluminadas están sobre el canal del río, mientras en el sendero, que anteriormente se formaba un túnel de luces, este año no hay instalaciones, por lo cual la gente camina casi a oscuras, otro aspecto que pide que se corrija.
En un recorrido que hizo EL COLOMBIANO este miércoles para verificar las quejas llevadas a la Procuraduría se pudo constatar que si bien el piso estaba limpio, tampoco se hallaron basureras, ni canecas ni canastillas. Solo se halló un Punto Limpio de Emvarias debajo del puente hacia la avenida Guayabal, consistente en una caja de cartón con una bolsa adentro.
Un comerciante explicó lo que ocurre: “la gente pregunta dónde hay basureras, pero como no las encuentra carga la basura en la mano y luego la arroja al piso, a las 12 de la noche, que termina todo, esto es un basurero y por la mañana ya llegan a limpiar todo”, recalcó.
Otra dificultad se presenta con las casetas de venta. Este año no hubo módulos sino carpas que puso la misma alcaldía y para garantizar la seguridad, los comerciantes las dejan envueltas en plásticos, costales de fique o telones de carpa, lo que se ve poco estético ante la belleza del montaje de Encanto.
“Por la noche pasan unas personas vestidas de vigilantes y nos cobran diez mil pesos a cada uno por cuidarlas durante el día”, indico otro de los denunciantes. Ellos esperan que estos detalles se corrijan, pues aún faltan más de veinte días y los aforos pueden ir creciendo, lo que podría agudizar las dificultades.
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