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En su cuenta personal de Twitter, el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama, expresó públicamente su preocupación por el fenómeno de la extorsión en Antioquia, el cual, según él, es más grande y grave de lo que se reconoce.
En otro mensaje en la red social, alertó que en Antioquia hay un déficit grande de policías y que la criminalidad no da espera.
Según los cálculos del mandatario regional, en el departamento se necesitan por lo menos 1.500 uniformados nuevos, para poder reforzar las tareas de seguridad, vigilancia y control en algunos municipios.
“La delincuencia va cambiando de formas, por eso es muy importante consolidar el tema de la paz para empezar a combatir de lleno el microtráfico y la extorsión; debemos concentrarnos en esa criminalidad, para que no se nos crezcan esos problemas. Tenemos un plan escalonado para ir atendiendo las necesidades que hay. Ya sabemos dónde ubicar a cada policía que llegue al departamento”, manifestó Fajardo.
El Gobernador de Antioquia justifica la presencia de más policías debido al cambio en las dinámicas de algunos municipios del Suroeste y el Oriente antioqueño, ya que muchos tienen una vocación más urbana que rural.
“A medida que van creciendo nuestros pueblos, a medida que se van desarrollando, aparecen otros tipos de delincuencia”, concluyó.
En la dirección de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) seccional Antioquia, reconocen el esfuerzo de la Gobernación y la Alcaldía de Medellín para obtener más recursos y personal para la Fuerza Pública.
“La extorsión no solo la padece el comercio, sino también otros sectores de la actividad económica como la industria, el transporte, la minería y el agro. Por eso desde nuestro gremio agradecemos y apoyamos esas peticiones de más uniformados para nuestro departamento ya que es deficitario el indicador de policías por número de habitantes”, resaltó en diálogo con EL COLOMBIANO, Sergio Ignacio Soto Mejía, director de Fenalco Antioquia.
Los estudios de la asociación evidencian que todas las regiones del departamento sufren el flagelo de la extorsión; sin embargo, en el Oriente, Urabá, Bajo Cauca y el Magdalena Medio, este delito se ha incrementado.
Para el dirigente gremial, el Estado debe invertir más en la seguridad del departamento ya que Antioquia es uno de los grandes contribuyentes del fisco nacional.
“Ante esta situación, ante la mutación y la innovación de la criminalidad, ante la impunidad de delitos; exigimos una reforma a la justicia en materia penal, para que se establezcan castigos más severos para los extorsionistas”, enfatizó Soto Mejía.
Finalmente, el líder del comercio formal en el departamento evidenció que las rentas provenientes de las vacunas, boleteos y chantajes, como popularmente se le conoce a las modalidades de extorsión, son cifras multimillonarias equiparables a las rentas del narcotráfico y la minería ilegal.