Las primeras palabras que Edward Bustamante logró escuchar ayer no tenían mucho sentido, pero sí estaban cargadas de significado porque eran las primeras que escuchaba en su vida.
Ayer Catalina Parra, gerente general de Starkey de Colombia, le instaló un dispositivo café en el oído izquierdo y le susurró: “pa, pa, pa”. Al primer intento, el muchacho no reaccionó, pero después de unos ajustes, y otro par de “pa, pa, pa”, Edward escuchó con claridad y sonrió, como sabiendo que su vida sería más fácil ahora.
Él hace parte de las 1.000 personas con discapacidad auditiva que ayer recibieron, de manos de la Alcaldía de Medellín y de la mencionada fundación, una dotación de dispositivos auditivos.
El hecho es relevante porque significa que hoy el 45% de las 2.200 personas en condición de discapacidad auditiva de Medellín tienen la asistencia de equipos que les permiten superar, en buena parte, su limitación.
“Esto les permitirá mejorar su calidad de vida pero también la de las familias (...) es un momento lindo y emocionante, porque sabemos que están cambiando sus vidas”, dijo la primera dama de Medellín, Margarita María Gómez, durante el acto de entrega.
Esta es la segunda vez que Starkey dona dispositivos similares a habitantes de Medellín. En 2016 habían entregado 336 equipos que siguen siendo usados por los beneficiarios.