Mientras el parque automotor del área metropolitana va en ascenso, la malla vial es la misma y no se vislumbra la posibilidad de ampliar los kilómetros existentes. En 2005 el Valle de Aburrá registraba 478.000 vehículos, hoy, los 10 municipios suman 1.347.067 automotores de los cuales 710.00 son motocicletas.
El Poblado, Laureles, Belén y Envigado concentran el 60 por ciento del parque automotor, es decir, tres comunas de Medellín y un municipio, que equivalen al 20 por ciento de la población, aportan 808.240 vehículos a las vías.
Los tramos que conectan a las municipalidades o que son obligatorios para ir de una localidad a otra, presentan mayor congestión vial. Es el caso de la avenida Regional, las autopistas Norte y Sur, la avenida Ferrocarril, el Corredor de la 80 y las glorietas de la Agucatala, San Diego y Monterrey.
Donald Calle Guerra, subsecretario Técnico de la Secretaría de Movilidad de Medellín, explica que en la tarde se presenta el pico más alto de ocupación de la malla vial, porque a los vehículos que están en las vías se les suman los carros y motocicletas de las personas que salen de sus trabajos o lugares de estudio.
“El llamado es a hacer un uso racional del vehículo, si se puede usar el metro, si en el desplazamiento está la opción de un bus o en bicicleta que lo hagan, porque no es lo mismo el espacio que ocupa un ciudadano que hace uso del transporte público que cada ciudadano en un particular. Eso además de congestión genera contaminación”, indica el funcionario.
Al alto flujo de automotores y al tamaño de las vías, se le suma las obras de infraestructura en diferentes puntos de la ciudad y para mitigar el impacto los agentes de tránsito hacen presencia en la zona. Además en el barrio La Aguacatala número 2 se realizarán cambios de sentidos viales.