Una persecución que lleva más de 48 horas, la segunda en lo que va del año. Organismos de seguridad concentrados en la captura de dos ladrones. Cientos de uniformados y operativos de registro. Revisión de videos y publicaciones constantes en Twitter y Facebook. Así han sido los últimos dos días, mediáticamente, del alcalde Federico Gutiérrez, según analistas y expertos académicos.
Desde el domingo pasado el mandatario de Medellín se empeñó en la búsqueda y detención de quienes asaltaron a los ocupantes de un vehículo en un sector de El Poblado, en Medellín. Desde ese día, paso a paso, en redes sociales y casi en tiempo real, los ciudadanos han tenido reportes de la operatividad en ese propósito.
El lunes, tras la intensa búsqueda de la Policía y la orden de una persecución sin tregua, Gutiérrez presentó el hallazgo de la motocicleta en la que, al parecer, se perpetró el atraco o fleteo. Al cierre de esta edición, los dos responsables del hecho seguían siendo buscados.
Pero, ¿que de positivo o reprochable tiene la obsesión del mandatario por los resultados frente a un atraco callejero registrado en video por la ciudadanía?
Estrategia positiva y riesgosa
Para el consultor en redes sociales y comunicación Víctor Solano, el alcalde Gutiérrez está haciendo un manejo relativamente novedoso dentro de lo que hacen los gobernantes con las redes sociales y ese modelo se desprende de una necesidad de estimular acciones en seguridad pública.
“Así como lo hace en ese sentido (la persecución de delincuentes) podría hacerlo en otros temas. Mañana, si el dolor de Medellín es el manejo de basuras, es posible que lo veamos tuiteando desde el camión recolector y con fotos de él mismo de cómo se empodera y sube las bolsas”, explicó.
Solano, destacó como positivo el manejo que Gutiérrez está haciendo en redes sociales del tema de seguridad, “porque muestra la acción, en términos de estrategia”. No obstante, advirtió que se puede caer en el error de generar la sensación de que “tuitea más de lo que gobierna”.
“Otro riesgo es que se genere la sensación de que microgobierna acciones que son de competencia de la Policía, por ejemplo”, recalcó Solano.
Comunicar y gobernar
Con Solano, coincide el asesor en estrategias digitales Carlos de la Ossa, al destacar la cercanía que el alcalde ha alcanzado, por medio de la comunicación, con la ciudadanía.
En ese sentido, Solano enfatizó que Gutiérrez debe crear “un balance justo entre comunicar, pero que no se pierda la sensación que por eso deja de gobernar”.
“Y ese riesgo se mueve en el filo de la navaja y a mi modo de ver, prefiero que muestre este tipo de acciones”.
Por su parte, Solano destacó la apertura de la comunicación del Alcalde con la ciudadanía, como un tema interesante.
“Está tendiendo lazos en los que la gente se puede dirigir directamente a él y, para eso, las redes sociales son atractivas: que yo escriba y tenga la sensación de que el Alcalde lo leyó; que yo escuche directamente lo que tiene que decir el gobernante, sin intermediarios”, apuntó.
No obstante, De la Ossa, señaló que hay una aparente intención de Gutiérrez de mostrar que hace mucho, lo que denominó una “sobrecomunicación”.
“Debe evitar esa discusión. No es sano que el Alcalde cometa el error de sobrecomunicar, pues se expone a la dicotomía de darle comida al que le cae mal para que diga que hace populismo o satisfacer a quien le cae bien, porque lo que hace es transparencia”, añadió.
En otra orilla del análisis, el decano de la facultad de Ciencias Sociales de la UPB, Ramón Maya, subrayó que sugirió a Gutiérrez resolver los problemas de fondo y no hechos puntuales.
“Un fletero en Medellín es un grano de arena en la playa”, acotó y consideró que, así como se persigue a los ladrones presentados en un video, “debe trabajar por la educación, la seguridad en general o contaminación” .