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Por sobrecarga, se agota vida útil de La Pradera

El relleno de Emvarias es modelo en el país, pero el cierre de El Guacal y mal uso de otros reducen su vida.

  • El vaso Altair está en operación y en menos de la mitad de su capacidad. Su vida útil (14 años) bajaría si no se cambian hábitos. FOTOS Julio César Herrera y Jaime Pérez
    El vaso Altair está en operación y en menos de la mitad de su capacidad. Su vida útil (14 años) bajaría si no se cambian hábitos. FOTOS Julio César Herrera y Jaime Pérez
  • Por sobrecarga, se agota vida útil de La Pradera
  • El tramo férreo que pasa por La Pradera está en buen estado y se podría aprovechar para llevar basura. FOTO Julio C. Herrera
    El tramo férreo que pasa por La Pradera está en buen estado y se podría aprovechar para llevar basura. FOTO Julio C. Herrera
Por sobrecarga, se agota vida útil de La Pradera
11 de septiembre de 2016
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No todo es perfecto. El modelo de disposición de basuras en rellenos, en sí, se debe revisar. Y es que, mientras las autoridades en Colombia aceleran el cumplimiento de la normatividad—que no es benévola—los operadores, muchos de ellos, van a paso de tortuga en la actualización de sus procedimientos.

Colombia tiene un panorama preocupante. Se cuentan con los dedos de una mano los sitios de depósito acordes con la ley: Doña Juana, en Bogotá, el más grande del país; Navarro, en Cali, que era un basurero a cielo abierto; y los aún precarios rellenos de Barranquilla y Santa Marta.

En Antioquia el tema es de contrastes. Mientras La Pradera es considerado modelo en el país, otros están clausurados o, en el peor de los casos, son botaderos a cielo abierto.

Sobre Pradera, no obstante, preocupa que Corantioquia adelanta procesos por 113 requerimientos contra Emvarias, su operador.

EL COLOMBIANO inicia la publicación de un especial, con tres entregas, en el que hace un recorrido por los rellenos del área metropolitana de Medellín y el estado de estos depósitos de basura municipales en el resto del departamento. Comenzamos con La Pradera, ubicado en el municipio de Donmatías, y operado por Empresas Varias de Medellín (Emvarias), filial de EPM.

Procesos contra La Pradera

Fue la solución a La Curva de Rodas, un botadero que recibió tanta basura como quejas. El relleno sanitario La Pradera, abierto el 6 de junio del año 2003, planteaba un modelo de disposición de residuos diferente a lo que se había hecho (también vale recordar Moravia, una montaña de residuos que se convirtió en asentamiento urbano).

Según, Andrés Felipe Montoya, ingeniero ambiental, experto en disposición de residuos, en Antioquia estamos al borde del colapso por el manejo de la basura.

“No tenemos rellenos sanitarios. Gran cantidad de municipios del Suroeste tiene que depositar en el departamento de Caldas, unos en Manizales, otros en Aguadas. Esto por el cierre de El Guacal”, anotó.

Montoya, a su vez, lamentó que a La Pradera se le duplicaron los municipios que depositan, “porque muchos de los cercanos al Valle de Aburrá, recargaron allí la disposición final de sus residuos sólidos”.

No obstante, expertos y autoridad ponderaron el buen manejo que se le da a La Pradera, en el que depositan todas las poblaciones del Valle de Aburrá y unas 20 del resto de Antioquia.

Este diario conoció que las presuntas irregularidades tienen que ver con el manejo de fauna y la socialización de la operación con la comunidad, que ha denunciado afectaciones de tipo ambiental y por el elevado tránsito de camiones cargados con basura.

De acuerdo con el reporte de Emvarias, se entregó al municipio de Donmatías 3 mil millones de pesos durante el 2003, en obras y programas; y en los años subsiguientes, se comprometió a destinar recursos también para inversión social, de acuerdo con la totalidad de toneladas de residuos que ingresen al relleno.

De acuerdo con el reporte de Corantioquia, en total fueron 327 obligaciones que Emvarias adquirió, de las cuales cumple con 56 y en 158 lo hace parcialmente, es decir, “se cumple pero no con la totalidad del requerimiento (puede faltar un documento o evidencias para que la autoridad ambiental catalogue el requerimiento como cumplido en su totalidad); y aún no han cumplido 113”.

La misma autoridad ambiental aseguró a EL COLOMBIANO que “continúa con acciones de control y seguimiento para garantizar que se cumpla con cada una de las acciones que exige la normatividad ambiental, por eso funcionarios de la Corporación se encuentran en la verificación de las evidencias entregadas en julio de 2016 por Empresas Varias, para demostrar el cumplimiento de requerimientos. Las evidencias fueron presentadas después de una visita de seguimiento realizada por Corantioquia en el mes de mayo”.

Ante un cierre no hay plan b

Datos preliminares, dan cuenta de que con el cierre de El Guacal, segundo relleno de Antioquia en capacidad, y perteneciente a la Administración de Envigado, pero ubicado entre San Antonio de Prado (Medellín) y el municipio de Heliconia se incrementó en un 20 % el depósito de residuos en La Pradera.

Alejandro González, director de Corantioquia, autoridad ambiental en jurisdicción de La Pradera, dijo que este relleno, aún con dificultades, es el mejor manejado de Colombia.

Recordó la sanción de 2.000 millones de pesos impuesta a Emvarias, hace 2 años, por la descarga de lixiviados al río Aburrá Norte (Medellín), y confirmó que hay varios requerimientos para que respondan por algunas prácticas que podrían revestir anomalías.

“Debido a esa multa ellos construyeron la planta de tratamiento de lixiviados, que probablemente sea la más moderna de Latinoamérica pero como tiene diferentes tecnologías está pendiente de llegar a los procesos de remoción que esperamos”, apuntó.

González recalcó que hoy en la zona del relleno mejoró la calidad del agua del río y reveló que en La Pradera están vertiendo mucho menos concentración de lixiviantes que hace un año, “no obstante todavía no en el porcentaje que esperamos”.

En total las 382 hectáreas de La Pradera tienen una capacidad calculada para unos 50 años más, en sus cuatro vasos que faltan por utilizar: Altaír (lo que queda), la Piñuela, Cumbre I y Cumbre II.

Sin embargo, hay advertencias sobre incremento del volumen de basura y preocupa que si hay un cierre, por incumplimiento de normas o contingencias como la presentada hace algunos años por un paro minero, hoy no hay un lugar en Antioquia, aparte de La Pradera, donde se pueda depositar.

“Con el cierre de El Guacal aumentó el volumen, y en cuanto disminuye la capacidad, depende de cómo se haga la disposición y del volumen de residuos: si los municipios del Valle de Aburrá tienen políticas fuerte de separación y aprovechamiento, entonces ese aumento se compensa”, consideró González.

Para el ingeniero ambientalista Montoya, quien es catedrático universitario, las toneladas de basura que se generan actualmente en Antioquia son altamente significativas.

“Si cierran la vía, ¿a dónde vamos a llevar 2.500 toneladas de basura día? Tendríamos que pensar en otro sitio: ¿Manizales? Cuánto sería la tonelada dispuesta si tuviéramos que ir allí. Contemos peajes, gasolina, personal”, explicó.

Mejoran los procesos

El terreno de La Pradera está entre las montañas del Norte de Antioquia. Este relleno inició su operación con la apertura del vaso (lugar de depósito) Carrilera, que alcanzó a recibir 597.000 toneladas y fue clausurado en 2004.

Luego abrieron La Música, en 14 hectáreas, y en el que se depositaron un aproximado de 6 millones 900 mil toneladas. El cierre parcial fue ordenado hace 3 años.

El tercer vaso en ponerse en operación fue Altaír, y que comprende un área de 40 hectáreas. Su vida útil es estimada en 14 años, pero se confiaba en que pudiera ampliarse dependiendo de la consolidación de los residuos, su compactación, magnitud de asentamientos, tipo de cobertura, cantidad de residuos dispuestos, extracción de lixiviado y gases, así como las condiciones de estabilidad.

Liliana Montoya, coordinadora del relleno, reportó que en La Pradera están recibiendo un promedio mensual de 87.000 toneladas. Añadió que con el cierre de El Guacal ingresan 60 toneladas más.

“Hay un gran esfuerzo que hace la empresa por mantener el relleno en unas condiciones técnicas que si bien puede haber factores como el clima que nos aporrea, se invierte todo el presupuesto”, aclaró

Pero, Andrés Felipe Montoya, aseguró que “estamos encerrados con La Pradera, a nosotros nos llega a pasar algo con ese relleno y no tenemos un plan de contingencia”.

La coordinadora Montoya, advirtió que para que los rellenos puedan cumplir la ley, se debe pensar en minimizar los residuos. “Si seguimos pensamos que la responsabilidad solo es de la empresa de aseo, vamos mal”, aseveró.

Con el fin de tener capacidad de respuesta, Montoya confirmó que estudian otras posibilidades y tecnologías fuera de un relleno que permita ampliar su vida útil.

“La idea es que no nos concentremos solo en el relleno, sino que tengamos la posibilidad de desarrollar otras tecnologías y alternativas para el manejo de residuos. Por ejemplo, fortalecer más el aprovechamiento, manejo biorgánico, reciclaje y la separación en la fuente”, concluyó Montoya.

El relleno La Pradera, operado por Emvarias, filial de EPM, es modelo en el país por su manejo y planta de lixiviados. Sin embargo tiene 113 requerimientos de la autoridad ambiental.

43
rellenos hay en jurisdicción de Corantioquia. La mayoría, activos. Otros se agotaron.
60
toneladas de residuos al día aumentó depósito en Pradera por cierre de El Guacal.
Infográfico

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