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Quebradas son el foco de atención en días de lluvia
La Secretaría de Medio Ambiente ha intervenido 7 afluentes que ofrecían mayor riesgo de desbordamiento en varias comunas debido al invierno.
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Hace algunos años, La Iguaná era una de las quebradas que más tragedias originaba en Medellín. En los últimos años ha sido objeto de varias intervenciones e incluso se le hizo dragado. El foco actual está puesto en ella y en otras seis de la ciudad. FOTO jaime pérez
02 de octubre de 2020
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El pasado 20 de agosto, como ocurrió hace dos años, la quebrada Cañada Negra, que marca los límites entre Medellín y Bello y recorre barrios de los dos municipios, se desbordó y arrasó con dos talleres mecánicos e inundó varias casas del sector de Zamora, dejando ruina y destrucción.
“Es un problema que se presenta siempre en esta desembocadura que ni Bello ni Medellín lo arreglan y estas son las consecuencias”, señaló Fernando Carmona, habitante del barrio Zamora, en declaraciones a este diario durante la emergencia, que además de las pérdidas para las familias obligó a cerrar varias horas un carril de la autopista Medellín-Bogotá, que quedó con un tapete de fango.
A pesar del invierno, que se ha manifestado por oleadas en Medellín, esa fue la última creciente de una quebrada en la ciudad, la cual solo dejó pérdidas materiales y ninguna afectación a las personas.
El pasado martes, un fuerte aguacero que se desató al mediodía marcó un día pasado por agua que causó afectaciones al tráfico e inundaciones en deprimidos y vías.
Según el Siata (Sistema de Alerta Temprana), solo entre las 12:35 y las 12:40 ese día se registraron 22 descargas eléctricas nube-tierra. Las precipitaciones llegaron a La Estrella, Sabaneta e Itagüí. Después de la de 1:00 de la tarde, las lluvias se concentraron en El Poblado y Guayabal y el corregimiento de Santa Elena. Sin embargo, no se generaron crecientes de quebradas ni afectaciones a viviendas. El amanecer de ayer jueves también fue lluvioso en varios sectores de Medellín pero no hubo emergencias por atender.
Pese a lo anterior, la alcaldía dice que no baja la guardia en el cuidado de los afluentes, pues ya prácticamente se dio inicio a la segunda temporada de lluvias del año y ellos son foco de atención para evitar tragedias. Desde la Secretaría del Medio Ambiente se adelantan acciones periódicas y continuas que buscan reducir y mitigar eventuales represamientos o desbordamientos.
Estas intervenciones son ejecutadas por cuadrillas de dicha dependencia e incluyen la reparación de muros y pisos de canales; cobertura de obras hidráulicas; limpieza y remoción de residuos sólidos, escombros y sedimentos acumulados en los cauces y zonas de retiro; además de trabajos de estabilización y reparación.
El que no se hayan desatado emergencias por inundaciones, la Secretaría del Medio Ambiente lo atribuye a las labores realizadas.
La titular encargada de la dependencia, Sandra Muñoz, indicó que “Medellín cuenta con 4.217 quebradas de las cuales 56 son afluentes principales o directas del río Medellín y otras 4.161 son secundarias. Las acciones han permitido mejorar las condiciones estructurales de las obras existentes”, señaló.
El foco de las intervenciones se pone en los puntos de mayor riesgo para las comunidades. Según el informe oficial, este año se ha realizado mantenimiento en 32 puntos de quebradas. En total, las intervenciones suman 535 metros lineales.
Aporte de la ciudadanía
Otro gran problema es la incultura ciudadana, que convierte las corrientes hídricas en botaderos de basuras, escombros y enseres caseros, incluidas neveras, lavadoras, muebles y colchones viejos. La Secretaría del Medio Ambiente reporta que de las quebradas se han retirado 896 metros cúbicos de sedimentos, se han extraído 40 m3 de basuras o residuos y se han reparado 140 metros lineales de estructura.
Las quebradas que se han beneficiado con las intervenciones son La Pulgarina, en la comuna 8 (Villa Hermosa); La Seca, en la comuna 1 (Popular); El Molino, en la comuna 4 (Aranjuez); La Picacha, en la comuna 11 (Laureles-Estadio) y 16 (Belén); Tinajas, en la comuna 7 (Robledo); y La Iguaná, en el corregimiento San Cristóbal, además del Caño Manguala, en San Antonio de Prado.
Labor preventiva
Sumada a la labor de Medio Ambiente, el Dagrd con su Cuerpo de Bomberos señaló que en septiembre atendió 203 emergencias por lluvias, 103 más que el mismo periodo de 2019. Las zonas más afectadas han sido Manrique, Villa Hermosa y San Javier. En las últimas semanas la ciudad tuvo precipitaciones intensas que generaron múltiples afectaciones como daños en inmuebles y riesgos en comunidades.
Los registros del Dagrd también suman más de 24 deslizamientos, 11 deterioros estructurales y 10 inundaciones de viviendas. Se recomendó la evacuación de 32 de manera definitiva y 26 de manera temporal.
Alethia Arango, directora del organismo, les pidió a las comunidades reportar a tiempo cualquier señal de riesgo: “el Dagrd está dispuesto, de manera permanente, para atender las emergencias que se presenten por la temporada actual y la alerta que se presenta por el fenómeno de La Niña”.
También emitió señales de alerta para reducir el riesgo de desastres de quienes habitan en zonas con mayor vulnerabilidad, como laderas, sitios circundantes a quebradas y con peligro alto de deslizamientos.
Ya en el barrio Trece de Noviembre, sector El Pacífico, se ordenó la evacuación definitiva de 52 casas por estar en alto riesgo de deslizamiento. A las familias se les dio ayuda humanitaria con 67 paquetes alimentarios y 40 kits de aseo.
El pasado 25 de septiembre, el Consejo Municipal de Gestión de Riesgo de Desastres declaró la calamidad pública en la ciudad, lo que permitirá “activar los fondos de calamidad y los planes de acción de cada dependencia para atender, de manera preventiva, los incidentes”, recordó la directora del organismo Alethia Arango.
923
casos relacionados con la lluvia han atendido este año los bomberos en Medellín.
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