Cinco presuntos integrantes de una organización criminal de Medellín fueron enviados a la cárcel, por su presunta participación en la tortura y desplazamiento de un adulto mayor, al que algunos ciudadanos señalaron erróneamente de ser un ladrón.
Al finalizar las audiencias en la madrugada de este sábado, el Juzgado Segundo Penal Ambulante de Antioquia dictó medida de aseguramiento contra los supuestos miembros y coordinadores de zona de la banda “los Triana”, identificados como: Jorman Alexis Arcila Vanegas (alias “Cusco o Cusquito”), Ana Dolly Cuervo Vanegas (“Dolly”), John Freddy Loaiza Pineda (“El Gordo”), Yeinny Tatiana Zuluaga (“Tatiana”) y Herver Mauricio Echavarría Muñoz (“Ton”).
El quinteto fue capturado el pasado 20 de mayo en distintos sectores de la comuna 2 (Santa Cruz) y el centro de Medellín, por parte de policías de la Dijín. La Dirección de Fiscalías contra el Crimen Organizado les imputó cargos por secuestro, tortura, concierto para delinquir y desplazamiento forzado. Los procesados se declararon inocentes en la audiencia.
De acuerdo con la investigación judicial, el crimen por el cual los imputaron ocurrió en agosto de 2019. La víctima fue un hombre mayor de 65 años, quien trabajaba como celador en un parqueadero de Santa Cruz. Este hombre fue señalado por algunas personas de haber hurtado unas herramientas de un taller de mecánica, pero los afectados, en vez de notificarle la situación a la Policía, llamaron a “los Triana”.
Varios integrantes de la facción secuestraron al celador y lo llevaron a una casa de torturas ubicada en el sector Sinaí, en la ribera del río Medellín, y allí lo sometieron a una brutal golpiza. En medio de los vejámenes, los delincuentes dispararon un arma de fuego junto a su oído, para dejarlo aturdido.
Los torturadores le gritaban para que confesara dónde estaban las herramientas, pero el vigilante adolorido les decía que no robó nada. Mientras lo tenían retenido en esa vivienda clandestina, otros miembros de la banda fueron a saquear su casa, en el barrio Santa Cruz. Irrumpieron en su hogar y se llevaron los objetos de valor: dos computadores, el televisor, un celular, un reloj y hasta la plata de la alcancía, todo avaluado en $5 millones aproximadamente, según fuentes judiciales.
Tras propinarle la paliza, lo dejaron ir, con la advertencia de que se fuera del vecindario y se quedara callado, o sino lo mataban junto a sus seres queridos. El afectado no tuvo más remedio que salir desplazado con tres familiares.
En el marco de las averiguaciones del caso, los investigadores de la Dijín confirmaron que el adulto mayor no se robó las dichosas herramientas. Por medio de cámaras de vigilancia, observaron que el hurto fue cometido por varios desconocidos que entraron al parqueadero fingiendo ser clientes, mientras otro distraía al celador, y sustrajeron los elementos de un taller contiguo. Es decir, lo inculparon falsamente.
Según la Policía, los detenidos tenían incidencia criminal en los sectores de Santa Cruz, El Puerto, Sinaí y Playón de los Comuneros, en el nororiente de Medellín. En los próximos días serán trasladados a la cárcel El Pedregal.
Sobre la casa de tortura, las autoridades aún no han logrado su ubicación exacta, pues en el Sinaí, un asentamiento de estrato bajo y ranchos de tabla, varias viviendas se comunican con otras por medio de pasadizos internos.
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